Disminución de la demanda a la vista: el transporte marítimo de contenedores prevé desafíos en 2023
- La congestión de la cadena de suministros se mantiene
- La incertidumbre se deja sentir en la confianza de los consumidores
Marta González
Parece que ha cambiado la dirección del viento para el sector del transporte marítimo de contenedores. La bonanza de los últimos meses propiciada por la alta demanda, las elevadas tarifas de flete y la congestión aún sin resolver en la cadena de suministro parece haber pasado y los principales actores del sector se están viendo obligados a revisar sus perspectivas para este año y el que viene.
Es el caso de la naviera danesa Maersk que, tras registrar un descenso del 7,4% en el número de contenedores cargados en sus buques en el segundo trimestre del año, ahora espera que la demanda mundial de transporte marítimo de contenedores se sitúe entre el -1% y el 1% en 2022.
Una perspectiva que respalda uno de los últimos informes publicados por Fitch. En su caso, la agencia considera que la fortaleza del sector se mantendrá lo que queda de año. Sin embargo, avisa de los posibles desafíos que pondrán a prueba a las compañías navieras en 2023, entre ellos la disminución de la demanda impulsada por el exceso de ahorro por parte de los consumidores y el aumento de la oferta global de buques, que podría superar en cerca de 4 puntos porcentuales a la demanda.
Por su parte, Lloyds destaca que muchos de los elementos que en su momento elevaron las perspectivas del sector para este año todavía siguen ahí. No obstante, también señala que los efectos de la incertidumbre geopolítica, la inflación y los tambores de recesión, se están empezando a sentir en la demanda de los consumidores. Ejemplo de ello es el índice de carga en contenedores de Shanghái, que ha retrocedido a niveles vistos en junio de 2021 o el índice mundial de contenedores compuesto de Drewry, que ha caído un 10% con respecto al año anterior.
Temporada alta y congestión en los puertos
Aunque la congestión en los puertos internacionales parece estarse suavizando, sigue suponiendo un serio problema para el sector al comienzo de su temporada alta. En el mes de julio, había decenas de miles de millones de dólares en comercio están bloqueados o anclados en medio del mar.
Los problemas se dan a ambos lados del océano. En Europa, el caos portuario provocado por las huelgas y las interrupciones ferroviarias en Alemania y Holanda se ha extendido a otros muelles, como los de Reino Unido. Algo similar está ocurriendo en EEUU debido a la falta de entendimiento entre las compañías de ferrocarril y los sindicatos, pero también a las protestas de los camioneros, que han disparado hasta los 26 días y medio el tiempo de espera de los contenedores en el puerto de Oakland, según publica CNBC. Por su parte, los puertos gemelos de Los Ángeles y Long Beach siguen registrando cifras récord de tráfico.
Tal es el volumen de contenedores que se amontonan en los puertos que los buques no pueden ni descargar los que transportan. El 13 de julio había aproximadamente 460.000 y 180.000 contenedores en el mar esperando para ser descargados en los muelles de la Costa Este y Oeste, respectivamente.
En teoría, la disminución de la demanda por parte de los consumidores debería contribuir a incrementar la disponibilidad de contenedores. Sin embargo, en la práctica eso no está sucediendo porque la congestión está condicionando la oferta.