Telecomunicaciones

Telefónica planea la venta de 'Gran Vía 28' y el alquiler de edificios en el 'Distrito C'

  • El valor de mercado de la antigua y emblemática sede la 'teleco' madrileño ronda los 250 millones 
  • La 'revisión estratégica' del grupo incluirá todos los inmuebles susceptibles de desinversión
Fachada del Edificio Telefónica, en Gran Vía 28.

Antonio Lorenzo, Alba Brualla
Madrid,

El Grupo Telefónica analiza estas semanas la venta de su antigua sede de Gran Vía 28, posiblemente el edificio empresarial más emblemático del país y protagonista potencial de una de las operaciones inmobiliarias más relevantes de los próximos años en España. En pleno proceso de revisión estratégica, el grupo que preside Marc Murtra ha incluido el rascacielos madrileño entre los activos susceptibles de generar ingresos extraordinarios a la compañía. El precio de mercado estimado oscila entre los 250 y 300 millones de euros, según ha podido saber elEconomista.es de fuentes conocedoras de la situación.

Se trata de un inmueble que en su mayor parte se encuentra vacío desde hace tres años, a excepción de la planta baja del flagship, así como las correspondientes al museo y el espacio de la Fundación Telefónica. El personal de Wayra y Open Future aún realiza presentaciones en una de las 13 plantas y dos sótanos, aunque la mayor parte del personal hace años que se acomodó hace tiempo en el Distrito C, sede corporativa de la multinacional. La primera y más grande centralita de Telefónica, situada en los sótanos de Gran Vía 28, también ha quedado obsoleta tras el reciente apagado del cobre.

La actividad principal del inmueble se limita a los eventos de la Fundación Telefónica, con despachos corporativos (de altos directivos) y salas de reuniones cerradas la mayor parte del año. Aparcada la carga emocional del reciente emblema del primer centenario de la compañía, la compañía valorará todas las posibilidades de futuro, pero sin que hasta el momento existan conversaciones con potenciales interesados, sin nada contratado ni apalabrado. De hecho, las consultoras inmobiliarias consultadas señalan que se trata de una operación off market. Fuentes de Telefónica consultadas por este periódico declinaron realizar comentarios.

El que fue el primer rascacielos de Madrid (90 metros de altura) y el edificio más alto de Europa está asentado desde 1929 sobre un solar de 2.280 metros cuadrados. Entre los futuros usos de sus más de 32.000 metros cuadrados se contempla la instalación de un gran hotel, dado la extraordinaria cotización de una de las zonas de mayor valor comercial y turístico del país. Precisamente, la arteria madrileña -remodelada integralmente a finales de 2023- también podría suscitar el apetito inversor de los gigantes inmobiliarios especializados en retail u ocio.

Por el contrario, la explotación del nuevo suelo como espacio de oficinas no tendría sentido, según los expertos consultados, debido a la complejidad propia de una zona con restricciones de tráfico, unido al alto precio de adquisición estimado en más de 7.200 euros el metro cuadrado, según Fotocasa. En cualquier caso, la valoración oscila en función de los usos, aunque su cotización se situaría en el podio de Madrid, sólo superado por el barrio Salamanca y la zona de Recoletos-Paseo del Prado. Asimismo, otras fuentes del sector elevan dicha tasación del inmueble hasta los 20.000 euros el metro cuadrado.

El patrimonio inmobiliario de Telefónica ya se redujo en Barcelona poco antes de la pandemia, con la venta de su inmueble de Plaza de Catalunya, transferido al empresario Daniel Maté a cambio de 100 millones de euros. En ese caso, el operador sigue haciendo uso del espacio diseñado por Francesc de Paula Nebot bajo un contrato de alquiler. El mismo modelo de sale & leaseback (venta con posterior alquiler) se replicó en el edificio de la Torre Diagonal 00 de la capital catalana, que se vendió al Grupo Emperador, con el alquiler de casi la mitad de las 23 plantas (15.000 metros cuadrados de un total de 23.000 metros cuadrados). En Madrid, también fue mediática la venta de la sede de la antigua filial de Telefónica I+D de la Calle Alcántara 25, transferida hace casi 20 años a Riofisa por 27 millones de euros, casi el mismo precio de la venta al fondo británico Princeton de un edificio de 9.700 metros cuadrados situado en el barrio de Argüelles, con vistas al Palacio Real y al Templo de Debod.

Por otra parte, Telefónica también buscará nuevas formas de optimizar los activos en la propia sede corporativa del Distrito de la Comunicación (conocida como Distrito C). En ese caso, existen 15 edificios, con una superficie útil de 200.000 metros cuadrados, que igualmente permiten a la teleco rentabilizar un espacio con altas prestaciones para las empresas que demanden un emplazamiento con excelentes servicios y comunicaciones, incluida una línea de metro.

Sin duda, los reiterados planes de reducción de plantilla de los últimos años tuvieron impacto en el aprovechamiento de los espacios en Distrito C, los últimos de ellos con la salida de 3.241 empleados en 2023, que se sumaron a las 2.700 bajas en 2021, las 2.500 en 2020 y cerca de 12.000 en los sucesivos Planes de Suspensión Individual acometidos por el operador entre los años 2015 y 2021.

¿Qué pasará con la tienda icónica de Movistar?

Telefónica mantiene decenas de activos bajo revisión, por lo que el destino de la mayor flagship (tienda emblemática) de Movistar no se conocerá hasta el próximo noviembre, fecha actualizada de la 'hoja de ruta' prometida por el presidente del grupo Marc Murtra. En cualquier caso, la venta del inmueble de Gran Vía no implica necesariamente el traslado de la tienda a otro lugar, con la posibilidad de permanecer arrendado en el mismo espacio, como ya sucede con antiguos edificios de la teleco en Barcelona.