Más allá del 5G: Los expertos advierten de que el 6G llegará a partir de 2030

Aunque todavía faltan decenas de miles de millones de inversión para desplegar la red de telecomunicaciones 5G alrededor del mundo, no son pocas las voces que avisan de la necesidad de comenzar a pensar en el 6G. Si bien puede su llegada puede parecer lejana en el horizonte, 2030 es el año en el que comenzarán a verse las primeras muestras de un flamante ecosistema que alcanzará latencias de un milisegundo y que abrirá la puerta a tecnologías que van mucho más allá de la comunicación.

Los retos para el desarrollo del nuevo sistema de analizaron en el foro empresarial Las recetas del 5G español para liderar Europa organizado este viernes por elEconomista.es. "Estamos en un momento en el que hay que preparar el 6G, sí. Las tecnologías están en el laboratorio, pero se necesita un margen de al menos cinco años para desarrollar y pensar este tipo de soluciones", avisó José Antonio Portilla, vocal de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación y director de la Cátedra ISDEFE-UAH en TIC e IA.

"Quedan decenas de miles de millones de inversión para el 5G, pero sí, hay que comenzar a plantear la implementación del 6G y hacerlo desde un punto de vista transversal, tanto tecnológico, como económico, de seguridad o regulatorio", añadió Victor Calvo-Sotelo, director general de DigitalES.

Misma visión se comparte desde el punto de vista empresarial. "No sabemos qué es el 6G, pero sí sabemos que hay que empezar a construir ese edificio; el sistema no aparecerá de la nada, va a estar basado en una plataforma madura como es el 5G. Los que estén mejor situados ahora serán los que dispondrán de una posición privilegiada para desarrollar ese futuro", auguró Miguel Arranz, Wireless Solutions director de ZTE España.

Radares y cargas inalámbricas, mejoras del 6G más allá de la velocidad de las comunicaciones

Su expansión y aplicación definitiva podría llegar alrededor de una década después, sobre 2040.

¿Qué puede traer el 6G a la sociedad? No solamente una mejora de las comunicaciones en cuanto a latencia o capacidad. También permitirá nuevas aplicaciones en, por ejemplo, materia de radares o carga inalámbrica. "Con todos los sistemas beyond communications, se podrá detectar la posición de un dron a 1 kilómetro de distancia con una precisión de centímetros o se podrá cargar de manera inalámbrica sensores del internet de las cosas empleando estaciones base", añadió el dirigente del proveedor de telecomunicaciones chino.

"Las señales las podremos utilizar para mucho más que para transmitir", abundó el profesor Portilla. La velocidad pasa de 20 gigabytes a un terabyte, la latencia de una decena de milisegundo a un milisegundo y la capacidad de un millón de dispositivos por kilómetro cuadrado a 10 millones de dispositivos. "El 5G cambia la concepción, de un transmisor a la creación de un ecosistema, el 6g aprieta esa misma tuerca", añadió.

Y este nuevo sistema nacerá ya de la mano de la inteligencia artificial, que ha estallado en los estadios finales del desarrollo del 5G. Quizás vendrá demasiado pronto para la computación cuántica, admiten. "Ya será para el 7G", explicó Portilla.

Sí se espera que traiga una mejora definitiva en los sistemas de comunicaciones holográficas, de robots que colaboran entre sí y de la hiperinmersividad, ya sea con realidad virtual o aumentada. "Pero para ello no solamente hay que desarrollar el 6G, hay que utilizar dispositivos periféricos funcionales. Si necesitas un casco de 4 kilos para ver o unos guantes que te hacen parecer el muñeco de Michelin, nadie va a querer utilizarlo", avisó Arranz.

Los retos que nacen con el desarrollo del 6G

No obstante, toda nueva tecnología nace con retos y desafíos que debe resolver. El primero, el de la rentabilidad para las empresas responsables de hacer toda la inversión necesaria para el despliegue de la red. "Hay que mirar al futuro desde los retos de hoy, como es el crecimiento del 5G. Si resolvemos los problemas actuales anticipamos los de la siguiente generación. Faltará por ver como se regula desde el punto de vista de Competencia, que ha sido muy exigente con el sector, ha traído cosas buenas, pero también ha provocado que compañía se encuentren con retornos de inversión incluso por debajo de su coste de capital", lamentó el dirigente de la asociación DigitalES.

"Alguien tiene que pagar este despliegue y los operadores deben justificar estos gastos", añadió Arranz. Sin embargo, con las previsiones de crecimiento de tráfico previstas para los últimos años, la pregunta puede llegar a cambiar: "Ya no es si pueden permitirse hacer estas inversiones, es si pueden permitirse no hacerlas", completó.

Y es que, según las perspectivas de la asociación de operadores GSMA, en cinco años el tráfico se habrá multiplicado por tres. Otros estudios auguran que el impacto en el PIB europeo del 5G alcanzará en 2030 los 200.000 millones de dólares, una cifra replicable con el 6G para 2040.

Con estas cifras, existe la duda de la capacidad existente para hacer frente a tal volumen de datos, pues el 6G está previsto que funcione con bandas de 100 a 300 gigahercios más la reutilización de las bandas actuales. "Va a ser necesario ser más eficiente con el espectro que se tiene, reusar los anchos actuales y elaborar unos marcos internacionales que lo regulen", avisó Arranz.

Precisamente la legislación es otro tema a tener en cuenta. "Que sea ágil y en positivo", pidió Portillo. "La Comisión Europea admite que hay retos a solucionar, y hay que hacerlo deprisa", abundó Calvo-Sotelo.

¿Y el papel de España? Los expertos celebran sus posicionamientos. "Hay que mantener el liderazgo en defensa del sector. España ha sido la voz más intensa en Europa sobre alertar de los problemas de la industria. Eso debe de continuar y es de agradecer que tengamos un ministerio especifico. Hay que seguir introduciendo velocidad a este cambio", zanjó el dirigente.

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