Telecomunicaciones y tecnología

El 2016 de Telefónica: del adiós de Alierta a la frustración con las filiales y el dividendo

  • La venta de O2 y la salida a bolsa de Telxius fueron canceladas
José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica.

EFE

En Telefónica no olvidarán el año 2016: han cambiado de presidente, ha visto frustrarse la venta de O2 y la salida a bolsa de Telxius, y han acabado sacrificando parte de su dividendo para aliviar su abultada deuda, de casi 50.000 millones.

El año que ahora acaba también dejó cambios en la cúpula de Orange España y el último capítulo de la consolidación en el sector de las telecomunicaciones: la compra de Pepephone y Yoigo por parte de MásMóvil, que se ha erigido así en cuarto operador.

Cambio de presidente

Tras casi 16 años al frente de Telefónica, César Alierta dejó en abril la presidencia ejecutiva de la compañía en manos del que estaba considerado su delfín, José María Álvarez-Pallete, y cuya llegada ha estado acompañada de cambios al frente de la multinacional en Alemania, Brasil y Reino Unido.

El nuevo presidente tomó las riendas con un consejo renovado, reiterando los objetivos para 2016, entre ellos el pago de un dividendo de 0,75 euros, y con la reducción de la deuda como uno de sus retos prioritarios.

Para ello, resultaba crucial que Telefónica culminase con éxito la venta de su filial británica O2 a Hutchison, una operación que Bruselas miraba con lupa, sobre todo después de que el regulador británico de la competencia pidiese a la Comisión que prohibiera o impusiese estrictas condiciones a la venta por considerar que perjudicaría la competencia en ese país.

Todo ello en plena campaña del referéndum sobre la salida del Reino Unido de Europa (Brexit), que acabó por contaminar el proceso, según la propia Telefónica, que, ante la previsión de que se frustrase la operación, comenzó a preparar un plan B, que incluía la salida a bolsa de Telxius y la venta de activos no estratégicos.

El 11 de mayo llegó finalmente el barruntado "no" de Bruselas y un día después, en su primera junta de accionistas como presidente, Álvarez-Pallete anunció que la multinacional abría "un periodo de reflexión" sobre su "futuro estratégico" en el Reino Unido.

La salida a bolsa de Telxius

Con respecto a Telxius, todo parecía apuntar a que la nueva división de infraestructuras debutaría en bolsa antes de las vacaciones de verano, pero la volatilidad en los mercados tras el triunfo del Brexit volvió a trastocar los planes.

Finalmente, Telefónica fijó el 3 de octubre como fecha para que Telxius debutase en bolsa, a un precio de entre 12 y 15 euros por acción, con lo que la multinacional podría ingresar hasta 1.363,6 millones de euros con la operación.

Pero, cuando sólo faltaban cuatro días para el gran estreno, Telefónica dio marcha atrás por considerar que las ofertas de compra de acciones recibidas no valoraban adecuadamente a Telxius.

Y, mientras sigue estudiando alternativas tanto para O2 como para Telxius, la operadora ha recortado el dividendo de 2016 y 2017 en el marco de su nueva estrategia para reducir su deuda de forma orgánica, sin tener que depender más de "factores externos" ni "apresurarse" para cerrar una transacción.

La competencia

El 2016 también trajo relevos en Orange España, que desde marzo pasado tiene como nuevo consejero delegado a Laurent Paillassot, quien en su primer año ha visto cómo su compañía le arrebataba a Vodafone el segundo puesto por ingresos en España.

Otro protagonista del año ha sido MásMóvil, que en 2016 se ha consolidado como cuarto operador convergente con la compra de Pepephone, pero sobre todo de Yoigo, adquirida finalmente por 612 millones de euros y por la que también se había interesado la firma de capital riesgo Zegona.

La presidencia de Ametic

En un año sin Gobierno, al sector tampoco le ha faltado una crisis sectorial: la decisión del presidente de la asociación tecnológica Ametic, José Manuel de Riva, de presentarse a la reelección ha motivado el desacuerdo de grandes como Telefónica, Ericsson y Orange, críticos con su gestión por considerar que no había defendido suficientemente la industria de las telecomunicaciones.

Tras unas semanas de tensión, durante las que las empresas críticas amenazaron con irse de Ametic, De Riva decidió retirar su candidatura y el proceso electoral se pospone al año nuevo, en el que tendrán como misión encontrar una candidatura de consenso.