Tecnología

Pixel 4: la excelencia fotográfica es un juego de niños para Google


    Chema Flores Quesada

    Una de las peticiones más recurrentes cuando se busca un nuevo teléfono es que tenga una buena cámara. Sin embargo, el usuario por lo general no desea un móvil que emule a una cámara de fotos de altas prestaciones que le permita ajustar el diafragma, la sensibilidad o la velocidad sino que busca un móvil con el que con sólo apuntar y disparar salga una muy buena foto. Sin complicaciones, simple y fácil. Eso es justo lo que hace el Pixel 4: conseguir unas excelentes tomas sin complicar al usuario.

    Esta agilidad y buen funcionamiento de la cámara no es nuevo en los teléfonos de Google. El Pixel 4 viene a apuntalar el buen trabajo que la compañía había demostrado tanto en el Pixel 3 como en el Pixel 3a, dos smartphones que cogieron la delantera en sus respectivas categorías con imágenes de alta calidad de forma asequible.

    Gracias a este buen trabajo previo, el Pixel 4 tiene menos camino que recorrer que la competencia, con lo que si tenemos alguno de los teléfonos de Google lanzados hace unos meses no notaremos un gran salto como sí ha sucedido por ejemplo del iPhone XS al iPhone 11. Aún así, el Pixel 4 cuenta con varias mejoras y, sobre todo, su capacidad fotográfica sigue siendo tan satisfactoria y de alta calidad como siempre. 

    La principal novedad de la cámara del último Pixel es la incorporación de un teleobjetivo. Y es que por primera vez Google opta por montar una segunda lente, un salto hacia adelante por parte de la compañía que busca dar más versatilidad al principal reclamo de compra del teléfono.

    Aunque el Pixel 4 cuenta con importantes novedades como una pantalla de 90 hz, reconocimiento facial o un radar que permite manejar algunas aplicaciones a través de gestos, en este artículo vamos a repasar las novedades de la cámara principal, su principal atractivo.

    HDR+, retratos y tomas nocturnas, el músculo de la cámara

    En el Pixel 4 notaremos poco avance con respecto a la cámara del Pixel 3 debido a un motivo fundamental: la fotografía computacional. Desde un primer momento Google decidió abanderar las posibilidades de aplicar la inteligencia artificial y la alta eficiencia de los algoritmos en su apartado fotográfico, con lo que el software sigue llevando gran parte del peso de su cámara. Aún así, la incorporación del zoom y de determinadas funciones nuevas son un buen incentivo para optar por el Pixel 4 por su cámara de fotos. 

    El zoom que encontraremos es conservador, pues dispone de 1,8 aumentos, una forma de reconocer al mismo tiempo que la multicámara ha llegado a los smartphones para quedarse así como que no hace falta montar cuatro o cinco lentes en la parte trasera como para estar entre los mejores de la fotografía móvil del mercado. 

    La magia del zoom sin embargo también sucede de la mano del software. Y es que aunque el zoom digital llega hasta el 8x, el procesado bajo la tecnología Super Res Zoom que se realiza posteriormente tras tomar la imagen es mucho más detallado y con mejor definición que muchos de los que podemos encontrar en la competencia. Es decir, la diferencia entre el zoom óptico y digital no es tan radical como sucede en otros modelos.

    Más allá del teleobjetivo, el Pixel 4 sigue basando su potencial fotográfico en un excelente HDR+, su avanzado modo retrato y en la buena gestión de las escenas en las que la luz escasea. Aunque el procesado y la optimización de recursos parece magia, el ingeniero de Google dedicado a mejorar el sistema explicó en la presentación del dispositivo que nada más lejos, es cuestión de "simple física".

    El HDR+ de Google se ha convertido en el principal elemento diferenciador de la cámara de sus dispositivos, tanto que ahora es imposible desactivarlo. La gestión de luces y sombras ha mejorado y la recuperación de información también es ahora menos forzada y más natural. Esta implementación del HDR+ permite conocer antes de disparar cómo quedará la imagen tras el procesado, una de las peticiones que se le hacían a las antiguas generaciones del Pixel con lo que ahora se sabrá de forma más precisa cómo el algoritmo optimizará la imagen.

    Otro de los grandes aciertos que se han implementado en la cámara es la posibilidad de ajustar las luces y sombras al gusto del usuario, ofreciendo unos controles de doble exposición que ojalá llegasen pronto a todos los móviles del mercado. Bastará con tocar el visor para que aparezcan dos controles deslizantes. El poder manipular tanto el brillo general como el brillo de la sombra permite al usuario tener una fotografía distinta a la que Google optaría por defecto.

    También se nota cierta mejora en el modo retrato, uno de los pilares de la cámara del Pixel 4. La gestión del color y el reconocimiento del usuario han mejorado sutilmente con respecto a la generación anterior. Seguiremos teniendo retratos dramáticos, bien definidos y en prácticamente cualquier situación.

    A la hora de fotografiar a personas, una de las novedades viene con una nueva funcionalidad bautizada como caras frecuentes. Esta opción (que viene desactivada por defecto) permite al teléfono aprenderse las caras que más fotografíamos y capturarlas mejor en las fotografías. También se asegurará de que se vean bien en Top Shot, la funcionalidad que permite elegir el mejor momento de disparo una vez que hemos hecho la foto. Google explica que esta funcionalidad se guarda exclusivamente en el teléfono y no se sincroniza con otros servicios, por lo que si en un momento dado se desactiva se perderá toda la información guardada.

    El modo nocturno es otro de los grandes argumentos para hacerse con el Pixel 4. Una de las funcionalidades más populares de la generación anterior viene con mejoras. Ahora es algo más rápido, las tomas son más naturales aunque sigue permitiendo una cantidad de información que parece ciencia ficción, tanto, que en este teléfono tendremos la posibilidad de realizar tomas de astrofotografía, para capturar estrellas.

    Se echa de menos que en la interfaz de la cámara el modo nocturno no esté incluido en la toma general con lo que si queremos aplicarlo habrá que ir a la función específica para hacerlo. En el modo nocturno seguirá siendo necesario dejar lo más estable posible el teléfono para capturar información en lo que el obturador está abierto. Así, en el caso de que queramos realizar fotografías al cielo nocturno, será necesario dejar el teléfono completamente estable (en un trípode o con un apoyo) para que el Pixel haga su magia. Este proceso depende de la luz circundante y de la estabilidad, con lo que el tiempo variará en función del entorno y se pueden tener tomas con tiempos superiores a 4 minutos. En el ejemplo adjunto el tiempo de la toma fue superior a 2 minutos y 20 segundos.

    La cámara no es sólo para fotos

    En términos generales, el Pixel 4 es el mejor ejemplo de lo que Android es capaz de hacer. No es sólo un teléfono, es una gigantesca herramienta de productividad si hemos hecho de los servicios de Google nuestros principales aliados ya que la integración de todos ellos nos permiten sacar provecho de Drive, Calendar, el Asistente o Fotos de mejor forma que en ningún teléfono.

    Esta integración y optimización de los servicios de Google ha hecho que la cámara, a través de Google Lens sea ahora más práctica que nunca. La lente permite al usuario buscar aquello que está viendo con tan sólo apuntar: podrá escanear texto (y buscar información al respecto a gestionar citas del calendario), llamar a un número de teléfono, visitar una URL, escanear documentos (y copiar y pegar texto) agendar un contacto, guardar direcciones de correo electrónico, traducir carteles en otros idiomas o el más habitual escaneo de códigos QR. 

    Conclusión

    El Pixel 4 no es una evolución radical de lo que Google había conseguido en las dos versiones de Pixel 3 lanzadas hace meses. Por ello, si contamos con uno de éstos, la cámara no será un argumento primordial para dar el salto al nuevo modelo.

    Sin embargo, el Pixel 4 es una de las mejores cámaras del mercado. No es tan versátil como otros modelos, pero la facilidad en la experiencia de uso junto con el resultado de alta calidad hacen que sea la mejor opción para aquellos que quieran buenas fotografías sin complicaciones.

    Como pega, se echa de menos un gran angular para complementar las tomas de paisajes, ya que el modo panorámico no es suficientemente cómodo para todas las ocasiones. Asimismo, el modo vídeo necesita una mejora en resolución y estabilización para ser también la mejor videocámara de Android y tener una experiencia redonda y completa. 

    En suma, Google vuelve a coronarse en el Pixel 4 con la mejor cámara de Android y sigue demostrando estar por delante de la competencia en la fotografía computacional.