Sanidad
Las autonomías, obligadas a buscarse la vida para lograr material sanitario
- Cataluña recurre a la autarquía y Valencia apuesta por fletar aviones
- Euskadi solventa la escasez gracias al acopio que hizo desde febrero
Dani Valero, Estela López, Maite Martínez
El Gobierno de España tomó las riendas de todas las administraciones públicas del país para abordar de forma unificada la emergencia sanitaria, pero tal intención se quedó en un mero propósito en cuestiones como la adquisición de material sanitario. El escenario de escasez de equipamientos y las dificultades del Estado para proporcionarlos ha obligado a autonomías como Madrid, Cataluña, Comunitat Valenciana, Euskadi o Castilla y León a sacar sus propias castañas del fuego mediante la producción propia, el acopio o la importación de terceros países.
El Gobierno catalán lamenta que solo el 10% del material sanitario que se está utilizando en la comunidad procede de envíos estatales, que no incluyeron tests rápidos hasta el Domingo de Ramos, por lo que Quim Torra ha defendido la autarquía para producir todo lo necesario a nivel interno.
Hasta el pasado martes, se habían puesto a disposición de los profesionales sanitarios y de servicios sociales catalanes 8,7 millones de mascarillas quirúrgicas; 4,4 millones de mascarillas FFP2 -las homologadas como equipo de protección individual (EPI)-; 4,1 millones de batas y 200.000 gafas protectoras. En Cataluña, no obstante, que es la segunda comunidad autónoma con mayor afectación por el Covid-19 –solo superada por Madrid- se han sucedido igualmente las críticas de múltiples colectivos profesionales sanitarios por la falta de material.
La Generalitat Valenciana, pese a que también ha puesto a sus empresas a fabricar, ha destacado por las compras en el exterior ante la carencia de material sanitario, denunciada por multitud de sindicatos en la región. La Comunitat ya ha fletado un total de cinco aviones para importar equipamiento procedente de Asia -fundamentalmente de China-. El primero llegó el 24 de marzo y, el último, el de mayor cargamento, aterrizó el 9 de abril con 76,3 toneladas de material.
En total, la autonomía que preside Ximo Puig ha importado alrededor de 6,6 millones de mascarillas quirúrgicas, 5,45 millones de guantes, 352.000 monos de protección EPI y 98.0000 gafas protectoras, cifras muy superiores al material recibido por parte del Gobierno de España, como ha denunciado públicamente la vicepresidenta Mónica Oltra. Basta comparar estos datos con los del material enviado por el Estado hasta el pasado lunes: "620.000 guantes, 336.470 mascarillas quirúrgicas, 90.050 mascarillas FFP2, 13.380 mascarillas FFP3, 26.800 buzos y 4.400 soluciones hidroalcohólicas", según precisó la propia administración regional.
En Euskadi tampoco ha pasado de largo el problema de la falta de material sanitario y la dificultad para su adquisición. Gracias a la previsión del servicio vasco de Salud-Osakidetza, desde principios de febrero se compraron más de 5,5 millones de mascarillas, 19 millones de guantes, 19.000 gafas, 400.000 batas, 600.000 delantales y 57.000 litros de gel. Por su parte, delegación del Gobierno central informa de la distribución de dos millones de mascarillas, 12.489 gafas de protección, 1,4 millones de guantes, 18.541 batas, 10.700 unidades de solución hidroalcohólica, 16.370 buzos, 32.607 unidades de calzas, delantales, cubremangas o gorros y 62 dispositivos de ventilación mecánica no invasivos.
En cuanto a los test de detección, Euskadi es la región europea con mayor número realizado por millón de habitantes, superando los 9.000 en paciente único.
Por su parte, Castilla y León ha destinado hasta la fecha 46,5 millones a la compra de material de protección sanitaria, tanto en el mercado interior como en países como China y EEUU. Además, ha recibido 35 respiradores que, según la Junta, ha tenido que conseguir por su cuenta ante la falta de suministro del Gobierno. En su última reunión telemática, el presidente, Alfonso Fernández Mañueco, recordó a Pedro Sánchez que el aprovisionamiento de respiradores y test es responsabilidad del Ministerio de Sanidad, y que siguen sin llegar.
Tensión con Madrid
La relación entre la Comunidad de Madrid y el Estado fue tormentosa en sus inicios, precisamente por la intromisión del Gobierno central en las compras de material. La intensidad con la que el coronavirus ha azotado a la capital de España fue relajando esa relación entre ejecutivos pero entonces arreciaron las de los profesionales por no disponer ni del material de protección necesarios ni tampoco de los equipos médicos para las UCI.
Madrid decidió ir por su cuenta cuando el ministro de Sanidad el 19 de marzo rectificó y permitió las compras a cada comunidad autónoma y tras unos días de impasse, el material ha ido llegando hasta casi colmar las necesidades.
Sin embargo, durante estos días se recordará a Madrid por la construcción del hospital en Ifema. En 48 horas los operarios de la feria de congresos completaron los primeros trabajos para comenzar a recibir pacientes. El hospital de campaña ya tiene un aforo para más de 1.000 personas, incluyendo 12 unidades de UCI.