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La advertencia de los científicos para las personas que alguna vez han tomado café por la noche: puede cambiar tu comportamiento

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elEconomista.es

Un café después de las cenas no suele ser una práctica muy habitual, aunque seguramente más frecuente de lo que pensamos, por ejemplo, entre las personas que prefieren estudiar por la noche o que trabajan en turnos nocturnos. Si bien, un reciente estudio advierte de que esta costumbre puede ser más perjudicial de lo que creemos, según recoge el portal Newsweek.

Normalmente, el café se consume como bebida estimulante para empezar el día con energía. Por tanto, tomarla cuando el cerebro entra en un modo de "relajación" puede no ser la mejor idea. Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Texas y publicado en el portal iScience, el consumo de café por la noche puede generar conductas más impulsivas.

Según explicó el biólogo y autor del artículo, Paul Sabandal, el objetivo era averiguar si algunos factores adicionales influyen en el impacto de la cafeína. Por su parte, Kyung-An Han, otro de los autores, recalca que la cafeína afecta a cada persona de forma diferente, incluso dependiendo del momento puede tener unos efectos u otros.

El estudio

Los investigadores utilizaron un mosca de la fruta —puesto que tiene semejanzas genéticas neuronales con los humanos— a las que se les introdujo diferentes dosis de cafeína a lo largo del día. Posteriormente, comprobaron cómo estos insectos reaccionaban a una fuerte masa de aire. Los resultados mostraron que las moscas que consumieron cafeína por la noche fueron menos capaces de controlar el vuelo y también mostraron conductas más impulsivas a pesar de las condiciones adversas. Curiosamente, esto no afectó de la misma forma en aquellas moscas que ingirieron cafeína durante el día.

"Nuestros hallazgos desafían la visión convencional de la cafeína como un mero estimulante y, en cambio, la redefinen como un modulador del comportamiento con vulnerabilidades específicas según el tiempo y el sexo, lo que ofrece una nueva perspectiva sobre cómo las personas podrían reconsiderar sus hábitos de consumo de café o bebidas energéticas a altas horas de la noche", afirmó Han.

Curiosidades del estudio

El próximo objetivo de los investigadores es poder comprender exactamente cómo funcionan los mecanismos moleculares y neuronales que hacen más vulnerables dependiendo del tiempo y del sexo. Y es que, durante el estudio, las moscas hembras mostraron una mayor impulsividad que los machos, aunque estas no tienen la hormona humana de estrógeno, por lo que podrían darse otros factores genéticos que impulsaban mayor sensibilidad.