Salud Bienestar
Un padre sano con dos hijos olía a lejía en casa y supuso que su esposa había estado limpiando: recibió un diagnóstico devastador
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Gloria Martínez
Sam Suriakumar es un padre británico que acaba de cumplir 40 años, algo que no sería noticiable si no fuese porque estuvo a punto de no alcanzar esta edad. El hombre, que vivía una vida saludable, comenzó a notar un extraño olor a lejía en casa y pensó que su mujer habría estado limpiando, pero cuando el aroma no se marchaba, comenzó la pesadilla.
Olor a lejía continuamente
Tal y como explica Sam a Brain Tumor Research: "en los días previos a mi diagnóstico en febrero de 2020, había estado experimentando algunos síntomas extraños. Había estado oliendo un olor extraño y me sentía realmente mal". "Olía a amoníaco o lejía, y sentía como si un producto de limpieza me llenara la boca. Ahora sé que esto es un síntoma o una señal de advertencia llamada 'aura'", continuó.
Él todavía no lo sabía, pero estaba a punto de recibir un diagnóstico devastador. "Al día siguiente, mientras levantaba una pesa en el gimnasio, sentí el mismo olor. Sentí que me iba a desplomar y tuve que soltar la pesa", explica. "Volví a casa temprano y tomé el metro de Bank a Morden. Pensé en cerrar los ojos durante 30 minutos para descansar y sentirme mejor. Solo dos minutos después, abrí los ojos en el Puente de Londres, pero sentí que había pasado mucho tiempo."
Lo que realmente ocurrió es que Sam había tenido una convulsión tónico-clónica completa antes de llegar a la estación de destino. Esta convulsión fue tan grave que cayó del asiento con contracciones tan intensas que le dislocaron el hombro. Un pasajero avisó a emergencias y durante el traslado en la ambulancia sufrió una segunda convulsión.
El diagnóstico
"Me llevaron al Hospital St. George, pero los médicos desconocían la causa de las convulsiones y no había tenido síntomas previos. Me realizaron varias tomografías y una punción lumbar para recolectar líquido cefalorraquídeo (LCR) para su análisis. Al principio, la tomografía no mostró nada, pero una exploración posterior reveló una masa en el cerebro", cuenta Sam en Brain Tumor Research.
A Sam le diagnosticaron un glioma (un tumor que se forma en el cerebro o la médula espinal) que crecía en forma de telaraña. Es por ello que extirparlo en una operación era algo complicado ya que se podían dañar algunas áreas cerebrales. "Me dijeron que, si me operaban, solo sería posible extirpar el 40 % de la masa", y así lo hizoo. Posteriormente realizó radioterapia y quimioterapia durante más de un año, hasta septiembre de 2024.
"Cuando me diagnosticaron, mi oncólogo me dio un mal pronóstico, pero el 26 de julio celebré mi 40.º cumpleaños. No pensé que llegaría a cumplirlos; esa es la cruda realidad de vivir con un tumor cerebral." Y así, lo que comenzó con un simple olor a lejía, terminó por convertirse en una auténtica carrera de fondo en la que, afortunadamente, este padre británico salió ganador.