El nutricionista Luis A. Zamora, avisa a toda España: "Lo que nos venden como bacalao, es en realidad un pez barato, de poca calidad"

El bacalao, como bien sabemos, es uno de los pescados más valorados en la actualidad por la calidad de sus proteínas y sus pocas calorías. Aunque goza de una gran reputación, lo cierto es que su popularidad se ha incrementado en los últimos años, dejando de ser un alimento de familias humildes para formar parte de la carta de restaurantes muy importantes.

En profundidad

Según la técnica culinaria o receta que se vaya a preparar, cabe destacar que se puede elegir entre la gran variedad que hay en el supermercado de presentaciones de bacalao: fresco, en salazón, ahumado o congelado. Con respecto a tamaños, se puede conseguir entero, en piezas, en lomos, en filetes o desmigado.

En España, según datos publicados en la página web de Radio Televisión Española (RTVE), se consumen entre 3.000 y 4.000 toneladas de bacalao al año. Esto, para entenderlo a la perfección, equivale a aproximadamente un kilogramo por persona anualmente.

Más detalles

Sobre todo ello -y mucho más- ha hablado el nutricionista Luis Zamora en el programa 'Y Ahora Sonsoles'. A su juicio, uno de los mayores problemas en lo que a gastronomía se refiere es que, a menudo, el bacalao suele sustituirse por otros de menor calidad, como el potón, la maruca o el abadejo.

De hecho, es frecuente que nos vendan maruca como si fuera bacalao, en concreto cuando la demanda es alta, como en época de Cuaresma. "El bacalao se llama gadus, si no lo pone en la etiqueta, sospecha", ha advertido el experto de manera contundente.

A tener en cuenta

O lo que es lo mismo, si el pescado no está etiquetado correctamente como gadus morhua, existen muchas posibilidades de que nos estén vendiendo un pescado distinto bajo el nombre comercial de bacalao. Otra técnica que no falla es fijarse en la forma de la cola.

En su opinión, "la cola del bacalao es recta, mientras que la de la maruca es semicircular". Un detalle que marca la diferencia. En caso de que compremos filetes o lomos de pescado, y notemos que la cola tiene una forma redondeada, es posible que no sea bacalao.