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El truco para que no se despegue el pan rallado de la milanesa

Milanesa con patatas. Fuente: Pexels.

Raúl González Pérez, María León

La milanesa es el ejemplo perfecto de que no hace falta complicarse mucho en la cocina para disfrutar de un plato delicioso. Aunque en ocasiones se elabora con pollo, lo más habitual es hacerlo con un filete de ternera. Sin duda, un plato ideal tanto para los más pequeños de la casa, como los mayores.

¿De dónde es la milanesa?

Lo que no todo el mundo sabe es el conflicto que hay en torno a su origen, ya que hay varias teorías. Una de las más arraigadas, y que más sentido podría tener por su nombre, es que esta receta surgió en Italia, concretamente en la región de Lombardía, cuya capital es Milán.

Sin embargo, hay quienes aseguran que se trata de una receta austriaca conocida como Wiener Schnitzel y que ya se mencionaba en un libro de cocina del año 1831. Ahora bien, Argentina también entra en la disputa, ya que allí también consideran propia esta receta.

| Fuente: Istocki

Procedimiento

Por lo general, la parte empanada que envuelve la carne y le otorga una textura crujiente y dorada se lleva a cabo pasando la carne por harina, huevo batido y pan rallado. Ahora bien, existen diferentes técnicas y variantes que pueden enriquecer el sabor y la textura de este producto.

Por ejemplo, la elección del pan rallado es muy importante. A diferencia del pan rallado industrial, el casero, elaborado con pan blanco o integral, aporta un sabor más intenso y una textura más fina. Lo cual ha recibido una gran acogida -y positiva- en las redes sociales.

Recomendaciones

Pero lo verdaderamente determinante es que el pan rallado se adhiera correctamente a la carne y no se despegue durante la cocción. De ahí que sea determinante seguir algunos consejos proporcionados por expertos en nutrición y cocineros. Entre ellos, conviene señalar los siguientes:

  1. La carne debe estar seca. Cualquier resto de humedad puede impedir que lo empanado se fije correctamente. Es muy aconsejable secar la carne con papel absorbente antes de empanarla.
  2. El huevo batido debe tener la consistencia adecuada. Y es que un huevo batido demasiado líquido no aportará suficiente adhesión. Mientras, un huevo batido demasiado espeso puede formar grumos. Se puede añadir sal para realzar el sabor.
  3. Presionar suavemente la carne contra el pan rallado. Sí, para asegurar una buena adherencia. Por si fuera poco, se puede repetir el proceso de empanado, pasando la milanesa nuevamente por huevo y pan rallado, para obtener una capa gruesa y crujiente.
  4. El tiempo de reposo. Es algo que, aunque no creamos, influye en la calidad del proceso. Hay que dejar reposar el alimento durante unos minutos en la nevera antes de cocinarlas, lo que favorece que el pan rallado se adhiera mejor a la carne y se solidifique ligeramente.