Salud Bienestar
La paradoja nutricional que explica por qué tienes que comer grasas
- Los franceses, a pesar de tener una dieta rica en grasas, tienen menos enfermedades del corazón
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elEconomista.es
El consumo excesivo de grasas resulta especialmente perjudicial para la salud, ya que nutricionistas y médicos han demostrado que esta está vinculada al surgimiento de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, partiendo de esta idea, se da la "paradoja francesa" que cuestiona si realmente la ingesta de grasas es tan perjudicial como creemos, tal y como recoge We Life.
Según esta teoría, los franceses, a pesar de estar acostumbrados a consumir una dieta rica en grasas —como mantequilla, queso y carnes grasas— tienen tasas relativamente bajas de enfermedades cardiovasculares en comparación con otros países. Un estudio elaborado por Serge Renaud y Michel Lorgeril y publicado en la revista The Lancet mostraron las posibles claves que estarían detrás de este fenómeno.
Las razones
A pesar de lo contradictorio que puede parecer esto, estas fueron las posibles razones que explicarían esta paradoja:
- Un consumo moderado de vino tinto, rico en polifenoles y resveratrol, ayudaba a mejorar la salud cardiovascular al tener efectos antioxidantes y antiinflamatorios.
- Grasas saludables. A pesar de que consumen gran cantidad de grasas saturadas, también tienen un gran predominio las grasas saludables procedentes de las verduras, frutas, pescado, aceite de oliva y legumbres, que proporciona gran cantidad de antioxidantes beneficiosos para el corazón.
- Una ingesta más pausada. Según estos científicos, los franceses comen de forma más lenta y en porciones más pequeñas, lo que mejora la digestión y la respuesta metabólica. Además, existe una gran cultura en torno a la comida casera y al disfrute de comer.
Un estudio controvertido
A pesar de estas conclusiones, no han sido pocos los científicos e investigadores que han cuestionado la solidez de esta paradoja, alegando que la metodología pudo haber estado sesgada o que se había exagerado el efecto protector del vino.
Por otra parte, también se ha apuntado que una reducción de las enfermedades del corazón en Francia podría explicarse gracias a una menor ingesta de grasas trans y un mejor acceso a la atención médica. Asimismo, los supuestos beneficios del vino tinto pueden deberse más bien al estilo de vida en general que a la bebida en sí misma, pues los expertos hacen hincapié en que el único consumo seguro de alcohol es cero.
En cualquier caso, cabe destacar que no todas las grasas son iguales y su calidad es mucho más importante que simplemente reducir su consumo total. La dieta, el estilo de vida y un consumo moderado de ciertos alimentos son aspectos clave en la salud cardiovascular.