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No es el azúcar: este es el ingrediente que hay que añadir a la salsa de tomate para que no genere nada de acidez

La salsa de tomate ofrece una base versátil con un sabor equilibrado. Fuente: Pexels.

Raúl González Pérez

La salsa de tomate, como bien todos sabemos, es un gran acompañante para platos de arroz y varios guisos tradicionales. De hecho, es tan versátil en las cocinas de los millones de españoles y españolas que tiene la habilidad de transformar una receta ordinaria en una extraordinaria.

Por lo general, hay una gran variedad de tipos de salsas de tomate en las cadenas de supermercados. Ahora bien, quienes aprecian todo lo que hay detrás de esta salsa y el valor que aporta prefieren elaborarla en casa. Normal, claro está, pese a que el procedimiento sea más complejo que abrir un bote.

En profundidad

Lo más complejo, sin duda alguna, es la acidez, que puede ser un problema para determinadas personas. Aunque el recurso más común es añadir azúcar para contrarrestar esta acidez, la realidad es que existen otros modos de obtener el resultado sin tener que agregar más calorías y azúcares a la salsa de tomate.

Por supuesto, lo primero que debemos hacer es elegir una variedad de tomate que sea poca ácida, ya que esto ayudará a lograr una salsa menos ácida. Es el caso de las variedades de tomate tipo Roma o San Marzano. Por si fuera poco, cuanto más madura esté la fruta, menos sensación de acidez.

A tener en cuenta

En el caso de que continúe teniendo un sabor fuerte, el bicarbonato de sodio será nuestro mejor amigo. Al parecer, se trata de un producto químico que es perfecto para neutralizar el sabor ácido que tiene la salsa de tomate. Tan solo es necesario incorporar una pequeña cantidad, removerlo bien y dejar que se cocine durante varios minutos.