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Alimentos ricos en colágeno para mejorar el aspecto de la piel y cuidar las articulaciones

Conjunto de alimentos. Firma: iStock

elEconomista.es

El colágeno es una proteína que está en muchas partes del cuerpo y es clave para el buen mantenimiento de la piel al permitir que se estire, teniéndola hidratada, protegiéndola y retrasando su envejecimiento. También mejora las estructuras de los huesos y las articulaciones.

El problema es que la producción de colágeno del organismo empieza a reducirse a partir de los 25 años, perdiendo un 1,5% al año, llegando a tener menos de la mitad llegados a los 40. Cuando falta esta proteína en el cuerpo, pueden aparecer arrugas y flacidez en la piel; afecta a las articulaciones y los huesos, provocando rigidez y dificultades en la movilidad, incrementando el riesgo de lesiones y debilidad en el pelo, dientes y uñas.

Alimentos con colágeno

Al dejar el cuerpo de producir colágeno de manera paulatina, es importante tomar alimentos ricos en proteínas que ayudan que favorecen su producción.

  • Carne de animales como la vaca, el cerdo, el pollo y el cordero. Destacando en tendones y cartílagos. La de pollo, al ser carne blanca se puede comer con más frecuencia que las rojas.
  • Pescados, sobre todo el azul como el salmón, la caballa o las sardinas.
  • Huevos, destacando las yemas.

Alimentos que estimulan la producción de colágeno

  • Semillas de sésamo y de chía.
  • Caldos de huesos y patas de pollo.
  • Las frutas con vitamina C como el kiwi.
  • Los cítricos como la naranja, la mandarina y el limón.
  • Frutas rojas como la cereza, fresa, frambuesa y sandía. Estas contienen licopeno, un antioxidante que contribuye a que el cuerpo produzca colágeno.
  • Pimientos, al ser ricos en vitamina C y contener licopeno.
  • Frutos secos como nueces, almendras, avellanas, pistachos, cacahuetes, castañas... contienen ácidos grasos omega 3 y antioxidantes que favorecen la producción de colágeno en el organismo.
  • El ajo y la cebolla destacan en la producción de colágeno, al tener un alto contenido de azufre, elemento esencial para que el organismo sea capaz de producir colágeno.