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Sara Marín, doctora y experta en microbiota, sobre uno de los mitos del verano: "Sé que las abuelas no me van a creer, pero el término 'corte de digestión' no existe"

Sara Marín, doctora y experta en microbiota. | Fuente: Canva / Instagram (@uncafecontudoctora)

elEconomista.es

Una de las advertencias más habituales, particularmente de los mayores a los más pequeños, es la importancia de esperar al menos dos horas antes de meterse al agua después de haber comido. El objetivo de esto es evitar los temidos 'cortes de digestión', que pueden ocasionar graves problemas estomacales como dolor intenso, vómitos o diarrea, entre otros.

En realidad, estos 'cortes de digestión' no son así exactamente, así lo desmiente la doctora y experta en microbiota Sara Marín: "A todas nos han dicho alguna vez: 'No te vayas a meter al agua recién comido que te va a dar un corte de digestión'. Sé que las abuelas no me van a creer, pero el término 'corte de digestión' no existe realmente".

"Lo que ocurre es un problema circulatorio. Se produce un síncope por un cambio brusco de temperatura", advierte esta experta. Generalmente, en la playa o en la piscina solemos estar expuestos a mucho calor, por lo que decidimos meternos directamente al agua. Haciendo que las vías respiratorias que están calientes entren en contacto con el agua fría, produciéndose un cambio repentino de la temperatura.

Según esta doctora, se da una "inhibición de la respiración y una vasoconstricción de todos los vasos sanguíneos de la piel. ¿Qué quiere decir eso? Se cierran todos los vasitos pequeños de la piel para que se concentre la temperatura y el flujo sanguíneo en los órganos principales: el corazón y el cerebro".

Factores que influyen

Tal cantidad de sangre en el corazón hace que este sea incapaz de bombearla, disminuyendo el flujo sanguíneo, dando lugar a un síncope que puede incluso llegar a parada cardiorrespiratoria. Además, también tiene síntomas digestivos, de ahí que se relacione con un 'corte de digestión': náuseas, vómitos, mareos, palidez y disminución de la presión arterial.

Todos aquellos factores que aumenten la temperatura corporal y produzcan un cambio más brusco al contacto con el agua fría pueden incrementar la posibilidad de sufrir este tipo de episodios. El "ejercicio físico intenso, la exposición al sol y también se cree que la comida copiosa puede hacer que haya mayor flujo sanguíneo en el aparato digestivo y luego el contraste también sea mayor", indica Marín.

Qué hacer ante un corte de digestión

Ante este tipo de situaciones, hay cuatro cosas que debemos hacer si observamos que una persona está sufriendo un 'corte de digestión': llamar al 112 y sacar a la persona del agua mientras no corramos peligro, elevarle las piernas, taparla y rehidratarla.