La síntomas clave para identificar a los adultos con síndrome de Asperger

El síndrome de Asperger es un tipo de autismo que se denomina así cuando no presenta discapacidad intelectual ni dificultades significativas del lenguaje en sus aspectos formales. Si bien, este término ha desaparecido a la hora de hacer diagnósticos clínicos, al sustituir el concepto de "trastorno generalizado del desarrollo" por "trastorno del espectro del autismo", según informa la Confederación de Autismo de España.

Este síndrome comparte las características básicas con el trastorno del espectro del autismo (TEA), particularmente las dificultades en la comunicación social y en la flexibilidad de pensamiento y comportamiento. Sin embargo, presentan un lenguaje fluido y una capacidad intelectual media-alta.

Rasgos característicos

Las personas con este trastorno presentan ciertas dificultades en aspectos como la comunicación, las relaciones interpersonales y en los procesos de pensamiento así como en el comportamiento. A continuación, se destacan los rasgos más remarcables:

• Dificultades para entender el lenguaje no verbal así como los aspectos connotativos de este. En general, utilizan un lenguaje muy formal, pero tienen problemas para saber cuándo terminar una conversación o elegir temas en los que "hablar por hablar", por ejemplo.
• En cuanto a las interrelaciones, les resulta especialmente complejo comprender las reglas sociales "no escritas", suelen tener problemas para interactuar con muchas personas a la vez y en ocasiones encuentran dificultades a la hora de expresar sus emociones, por lo que es posible que reaccionen de forma desproporcionada en momentos puntuales.
• A nivel de comportamiento, tienden a seguir rutinas muy estrictas, por lo que les resulta difícil adaptarse a los cambios. Es por ello que son sensibles a estímulos del ambiente y tienden a tener intereses muy concretos y específicos, dedicándoles gran cantidad de tiempo.

¿Cómo ayudar a una persona con Asperger?

El tratamiento y convivencia de las personas con Asperger requiere, esencialmente, de gran capacidad de empatía y de ponerse en el lugar del otro. Es importante la utilización de un lenguaje directo y concreto, muchas veces será necesario la explicación de algunos conceptos básicos. Un interés por sus gustos e inclinaciones, así como por las cosas que les resultan importantes es una forma idónea de establecer buenas relaciones.