Salud Bienestar

Los Grifols abandonan la dirección de la farmacéutica tras el informe Gotham

  • Víctor y Raimon Grifols mantendrán sus sillones en el consejo de administración como dominicales
  • Glazmann mantiene la presidencia ejecutiva pero ficha a Nacho Abia como consejero delegado

Javier Ruiz-Tagle
Madrid,

Casi un mes después de que se publicase el informe Gotham, la cúpula de Grifols cambia casi por completo. Los dos miembros de la familia que quedaban con cargos ejecutivos, Víctor y Raimon Grifols, abandonan sus puestos directivos, alejándose así de cualquier decisión estratégica de la compañía. Eso sí, mantendrán su sillón en el Consejo de Administración bajo la modalidad de dominicales. De igual forma, fuentes cercanas a las negociaciones aseguran que la suerte de Albert Grifols Coma-Cros, que entró como consejero ejecutivo hace menos de un año, será igual y pasará a ser dominical.

Los cambios también afectan a Thomas Glanzmann, que hasta ayer era presidente ejecutivo y consejero delegado de la firma de hemoderivados. A partir del 1 de abril, el segundo de los cargos pasará a Nacho Abia, fichaje que la farmacéutica cerró en el mes de diciembre, según fuentes cercanas al proceso.
El nuevo CEO cuenta con 25 años de experiencia en puestos de alta dirección. Su último cargo ha sido como Executive Officer y Global Chief Strategy Officer de Olympus, compañía japonesa con sede en Tokio especializada en tecnología médica.


Además, Abia será nombrado miembro del consejo el 26 de febrero. Desde hace más de un año había un sillón libre en la mesa de Grifols tras la renuncia de Steven Mayer, que estuvo al frente de la compañía antes que Glanzmann pero solo duró 144 días. Dimitió alegando problemas de salud tras liderar el plan de ajuste más grande de la farmacéutica, con más de 2.000 despidos y el cierre de medio centenar de centros de donación de plasma.


En un comunicado a la CNMV donde se comunicaron todos los cambios, Grifols insiste en que el proceso de cambio en la cúpula se lleva planeando desde hace meses. De ese modo, tratan de desvincular la decisión de una posible consecuencia tras el informe de Gotham, dejando ver que se trata de una coincidencia temporal. "Estos cambios forman parte de una estrategia de evolución del gobierno corporativo de Grifols, planificada desde hace tiempo y cuidadosamente diseñada, que Raimon y Víctor Grifols Deu iniciaron en 2022, junto con el Consejo, para separar progresivamente la propiedad de la gestión de la compañía, estableciendo un nuevo estándar para las empresas familiares que cotizan en la Bolsa española", dicen desde la compañía de hemoderivados.


Sin embargo, la base del informe Grifols eran las vinculaciones existentes entre la farmacéutica y uno de los vehículos de inversión de la familia, Scranton (que posee el 8,4% de la farmacéutica), que además es el segundo accionista de la firma catalana. La red entre patrimonial y la gestión de la empresa eran evidentes, tal y como demostró el informe con el traspaso de empresas y préstamos entre ambos. Ahora, los puestos que tendrán los miembros del clan serán como representantes accionariales, pero estarán totalmente desligados de cualquier decisión estratégica de la firma.


De hecho, según ha podido saber este medio, la última servicio que hizo un miembro de la familia a la compañía se cerró hace algo más de un mes. Raimon Grifols fue la persona que dirigió la venta de Shanghai Raas por 1.600 millones de euros, una operación vital para afrontar el endeudamiento de la empresa, que tiene que afrontar varios vencimientos durante 2025.

Más de cien años después

Estos movimiento supone de facto el fin de la familia en la gestión de la farmacéutica tras más de cien años de historia. Un movimiento que se agudizó hace siete años. Fue el 1 de enero de 2017 cuando Víctor Grifols Roura decidió dar el primer paso atrás dentro de la farmacéutica. Entonces dejó su cargo de Consejero Delegado para dar paso en la dirección de la compañía a su hermano y su hijo, Raimon Grifols Roura y Víctor Grifols Deu, que acabaron ayer su recorrido. Ambos actuaron como Co-CEOs durante unos años, hasta que la farmacéutica decidió dar un giro de timón y dar paso a miembros no familiares para gestionar la empresa. Fue entonces cuando llegaron Mayer, Glanzman y, ahora, Abia.


Serán entonces miembros ajenos al clan los que deberán llevar a Grifols por la senda de la austeridad, tratando de lidiar con la deuda y volver a dar dividendos a los accionistas de la principal farmacéutica española por capitalización. De hecho, tienen ya menos de un año por delante para cumplir con la promesa de reducir el apalancamiento a cuatro veces el ebitda. La posibilidad de conseguirlo depende, en parte, de la credibilidad de Gotham, algo que ya estudia la CNMV.