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Almirall repatria un 'holding' desde Países Bajos a España

  • Trae a Barcelona una matriz que agrupaba parte del negocio internacional 
Edificio corporativo de Almirall. EE

Carles Huguet
Barcelona,

Si bien la ruta entre España y Países Bajos está más transcurrida hacia el norte, también existen casos de empresas que deciden emprender el camino hacia el sur. Uno de estos casos es el de la farmacéutica Almirall, que ha optado por repatriar un holding que tenía radicado en Ámsterdam bajo el que colgaba parte del negocio internacional del grupo. En su lugar ha abierto una nueva sociedad en Barcelona tras la clausura de la sociedad neerlandesa.

Según consta en el Registro Mercantil de los Países Bajos, la compañía controlada por la familia Gallardo cerró a finales del año pasado la sociedad Almirall International BV, que poseía unos activos de 131,9 millones de euros por las participaciones poseídas de filiales de otros países. Seguidamente, constituyó en España la firma Almirall Holding Iberia, con un capital de 52,9 millones de euros.

De este modo, la farmacéutica catalana pasará a controlar desde España la parte del negocio internacional que pendía de Holanda –la titular final seguía siendo Almirall SA-, aunque no han cambiado las participaciones que poseía. Se trata de un cambio de estructura más que de negocio.

Y es que fuentes de la empresa señalan que es un holding creado históricamente que se ha decidido repatriar. Hoy, la fiscalidad entre España y Países Bajos ya no es tan diferente.

"España ya cuenta con convenios de doble imposición con la mayoría de los países, por lo que ha avanzado en este campo, aunque la red de los Países Bajos es todavía superior", explicaba hace unos meses a elEconomista.es Juan José Terraza, socio de fiscalidad internacional en Augusta Abogados. La sensación es que las ventajas de antaño ya no son tantas, aunque sí es cierto que España redujo la bonificación de dividendos del extranjero del 100% al 95% en 2021.

Además, la OCDE es más estricta en los últimos años con las sociedades en terceros países si no tienen una causa económica justificada. En el caso de Almirall, el holding ya no tenía estructura. Por otro lado, España cuenta además con un régimen fiscal muy favorable para las entidades de tenencia de valores extranjeros (Etve), una actividad que contempla Almirall Holding Iberia en su objeto social.

Contactada por este medio, la cotizada defiende que la mudanza no ha tenido impacto en el negocio y que la matriz de Almirall se mantiene como accionista al 100% de todas las filiales que pendían de Almirall International BV.

El flujo hacia Países Bajos

La creación de holdings en los Países Bajos fue una vía abierta hace décadas con la que una empresa podía obtener beneficios en toda Europa y luego trasladarlos a territorios fiscalmente favorables con una tasa efectiva del 8%. Y aunque las diferencias se han ido acortado, un informe del Icex advertía en octubre de 2020 que "multitud de empresas extranjeras han trasladado su domicilio legal a Países Bajos. Esto se debe a que aquí encuentran un régimen de sociedades más flexible que en su país de origen".

En el caso de Almirall, el rumbo ha sido distinto. En los últimos años, empresarios como los Grífols (Grifols), los Puig (Puig), los Rodés (Havas Meida) y Thomas Meyer (Desigual) son algunos de los que también han repatriado sus sociedades, aunque en su caso se trataba de patrimoniales.

Si bien el caso más sonado ha sido el traslado de Ferrovial a Países Bajos para comenzar a cotizar en Estados Unidos, tras la pandemia Meliá también tomó el sentido opuesto y repatrió cuatro sociedades radicadas en el país centroeuropeo. La empresa explicaba en su momento a La Información que la mudanza se producía para evitar la reforma fiscal, que penalizaba este tipo de estructuras societarias complejas. "Estamos implementando un proceso de simplificación del número y la dispersión geográfica de nuestras sociedades", decía.