Belleza

Operación rescate: cómo devolver la vida a tu piel tras el verano

  • El sol, la sal y el cloro son los grandes enemigos invisibles que debilitan la barrera cutánea
  • De la mano de expertas te damos la receta para restaurar, hidratar y proteger tu rostro en septiembre
  • Nutricosmética y rutina nocturna: el plan perfecto para empezar la nueva estación

Josefina Grosso

El verano deja en la memoria de todos mucha luz, atardeceres dorados que tiñen el cielo, días sin reloj y esa sensación de libertad que solo trae el mar, pero al mismo tiempo también marca la piel con horas de exposición solar, salitre, cloro y viento que provocan deshidratación, manchas, pérdida de luminosidad y una barrera cutánea debilitada que requiere cuidados específicos, tal y como nos explican la dermatóloga y experta en dermocosmética Rachel Keys y la especialista en nutricosmética Noemí Bermúdez, quienes nos advierten de los riesgos más comunes y comparten las claves para poner en marcha una auténtica "operación rescate".

Radiación y sal: el binomio que desafía la piel

La radiación ultravioleta es el factor más agresivo para la salud cutánea. Aunque el bronceado pueda parecer atractivo, no deja de ser un mecanismo de defensa: la melanina aumenta para proteger el ADN celular, pero este proceso no es infalible y la exposición continuada provoca un daño acumulativo que acelera el envejecimiento.

A esto se suma el efecto del mar y la piscina. La sal y el cloro actúan como agentes deshidratantes, arrastrando los aceites naturales de la piel y alterando su manto lipídico. El resultado: tirantez, descamación y una mayor vulnerabilidad frente a irritaciones y reacciones.

Dermocosmética de rescate: la receta de la calma

Según explica Rachel Keys, la recuperación debe abordarse en tres pasos:

  • Restaurar: con limpiadores suaves, sin sulfatos, que respeten el pH cutáneo.
  • Hidratar: con sérums de ácido hialurónico de doble peso molecular, capaces de retener agua en distintas capas de la piel.
  • Reparar: con cremas que contengan ceramidas, pantenol y niacinamida, para reforzar la barrera y calmar la inflamación.

La exfoliación suave, una vez por semana, ayuda a eliminar células muertas y mejorar la absorción de los tratamientos, siempre evitando productos demasiado abrasivos. Y, sobre todo, no conviene guardar el protector solar: aunque baje la temperatura, la radiación UV sigue activa y es responsable de más del 80% del envejecimiento cutáneo visible.

Nutricosmética: reparar desde dentro

La piel también se alimenta de lo que ingerimos. La fundadora de Mimate Cosmetics y especialista en nutricosmética, Noemí Bermúdez, subraya el papel fundamental de los suplementos para la regeneración post-verano.

"Los antioxidantes con vitamina C, polifenoles y carotenoides ayudan a neutralizar los radicales libres generados por la exposición solar. Además, los omega-3 -presentes en aceites de pescado y semillas de lino o chía- reducen la inflamación y mejoran la elasticidad cutánea", explica.

Bermúdez recomienda una "cura" de entre ocho y doce semanas tras las vacaciones, combinando suplementación con una dieta rica en frutas, verduras y grasas saludables. "Es como reconstruir un edificio desde sus cimientos: si la estructura interna es sólida, la fachada se verá impecable".

La rutina perfecta de septiembre

Para quienes buscan un plan sencillo y eficaz, las expertas coinciden en que un ritual nocturno reparador es la mejor inversión:

  • Limpieza con un gel o leche suave, evitando jabones que resequen
  • Sérum de ácido hialurónico seguido de crema nutritiva con ceramidas y antioxidantes
  • Suplemento antioxidante con el desayuno
  • Dos litros de agua al día y una dieta colorida: pimientos rojos, espinacas, arándanos, aguacate y pescado azul.

Más allá de la estética: salud cutánea

Reparar la piel tras el verano no es solo cuestión de imagen. Mantener la barrera cutánea íntegra ayuda a prevenir alergias, dermatitis y envejecimiento prematuro. El otoño se convierte en la oportunidad perfecta para resetear la piel y prepararla para los cambios de temperatura.

"El cuidado post-verano es una inversión a largo plazo. Los hábitos que adoptemos en septiembre pueden marcar la diferencia en la salud de nuestra piel durante todo el año", resumen las expertas.

Así que, mientras guardamos los bañadores y cambiamos la arena por la ciudad, también es tiempo de mirarnos al espejo con paciencia. Porque si el verano es un poema de luz, septiembre es la página en blanco donde escribir la próxima estación… con una piel renovada y lista para arrancar 'el nuevo curso' más que encantadas en nuestra piel.