Por qué es mejor dormir en camas separadas que en una de matrimonio con tu pareja: los beneficios que aporta a la relación y al descanso

Es normal dormir en una cama de matrimonio cuando se convive con la pareja, sin embargo, llega cierto punto en el que se plantea abandonar la cama grande por dos individuales, ya sea en la misma habitación o en habitaciones separadas. Muchas personas descartan esta decisión por miedo a resentir la relación, sin embargo, está demostrado que dormir en camas separadas puede fortalecer aún más este vínculo.

Dormir en una cama de matrimonio en pareja puede ser maravilloso en algunos casos, pero también puede acarrear problemas con el paso del tiempo. Tu pareja puede dificultar tu sueño (moviéndose, con ronquidos, quitando las mantas, etcétera), lo que a la larga puede producir problemas dentro de la pareja.

Este es el principal motivo para tomar esta decisión: las parejas que separan sus camas discuten menos, dado que no interrumpen el sueño del otro y pueden descansar la noche entera, lo que también favorece sus relaciones con el resto de personas y a reducir los niveles de estrés y ansiedad.

Otro gran miedo ante este paso es la posibilidad de que la pasión se apague, sin embargo, al contrario de lo que se suele creer, la vida sexual también puede mejorar, puesto que un mayor descanso puede acarrear unas relaciones sexuales más satisfactorias. Favorece que las relaciones sexuales se produzcan en otros contextos y zonas, saliendo de la monotonía que puede aportar la habitual cama de matrimonio.

La comunicación en pareja menora, disminuyendo aún más los conflictos, una de las bases para que una pareja dure más tiempo y su relación sea más feliz.

La decisión de dormir en camas separadas se puede tomar tanto para seguir durmiendo en la misma habitación (con colchones diferentes) o en habitaciones diferentes, de igual forma, los beneficios se verán reflejados en la relación.