Retail - Consumo

Vino, embutido y cremas faciales, los artículos que más se roban en los supermercados en verano: más de 1.800 millones de pérdidas para el gran consumo

Mujer comprando vino en un supermercado | Foto: iStock

elEconomista.es

El verano se consolida como la segunda estación con mayor concentración de hurtos en las empresas del gran consumo, con un 26% del total, solamente superada por el invierno (35%). Es más, la mayoría de los supermercados han notado un cierto incremento o mantenimiento del hurto con respecto al año anterior.

Así se extrae del Barómetro del Hurto en la Distribución Comercial 2024' elaborado por Nielsen, con la colaboración de Aecoc y el patarocinio de Checkpoint Systems.

"El hurto no se detiene en verano, sino al contrario, es una época de especial exposición para muchas categorías sensibles", ha asegurado el responsable de Prevención de Pérdida en Aecoc, Alejandro López. "Algo más de la mitad de los hurtos externos son atribuidos a bandas organizados, mientras que dos de cada tres son realizados por personas multireincidentes", añade.

Asimismo, López ha recordado que los robos ya alcanzan los 1.856 millones de euros anuales en el gran consumo: "En 2023, la media de hurtos externos en cada cadena se situó en casi 16.000 incidentes, con un importe medio por cada hurto de 80,5 euros".

Lo que más se roba

Si nos fijamos en las categorías más afectadas descubrimos que alimentación y bebidas encabezan el ranking, ya que representan el 43% de los robos estivales. Mientras, en lo que a productos concretos se refiere, los vinos, los licores, los embutidos, las conservas ahumadas y los aceites son los que más desaparecen.

Continuando con los datos del informe vemos que el 31% de la pérdida desconocida registrada en verano corresponde a productos de cuidado personal, belleza, farmacia y parafarmacia. En este sentido las cremas faciales, los productos capitales como champús y tintes y las cuchillas de afeitar lideran el ranking de productos más sustraídos.

En bricolaje y hogar, el principal foco de hurto son las pilas y las baterías, señaladas por el 83% de las empresas que operan esta categoría. Además, la mayoría percibe un aumento de incidentes en esta batería de productos.

Mientras, en electrónica los smartphones se sitúan como los artículos más robados, seguidos por auriculares y videojuegos, con una percepción mayoritaria de incremento respecto al año anterior.

Por último, en el textil (que apenas supone un 5% de la pérdida estival), presenta un comportamiento especial. El calzado y la ropa (camisetas, pantalones, camisas y vestidos) junto con las prendas deportivas, son los productos más vulnerables.

"Estos datos refuerzan la percepción de que el hurto responde a dinámicas sistémicas y profesionales, más allá de acciones puntuales o aisladas", ha puntualizado López, que continúa diciendo que "no es un problema aislado, sino una realidad estructural que afecta a todo el canal y que exige medidas contundentes y coordinadas".