Retail - Consumo
Belda Llorens se queda sin hilo pese a entrar en el Perte del sector textil y se liquida
Ángel C. Álvarez
Valencia,
La ansiada lluvia de fondos europeos de los Next Generation para la industria no serán suficientes para salvar a una de las últimas textiles alicantinas dedicadas a la hilatura. El fabricante R. Belda Llorens ha entrado en concurso de acreedores e irá a liquidación prácticamente a la vez que era elegida para recibir fondos del Perte de economía circular para la industria textil.
La compañía de Banyeres de Mariola con cerca de 70 años de historia lleva meses pendiente de un hilo después de que en marzo comunicase su intención de presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para toda su plantilla, compuesta por 103 trabajadores. Una medida que conllevaba el cierre de la empresa, pero que finalmente no llegó a materializar. En su lugar, la textil especializada en la fabricación de hilaturas ha mantenido con un permiso retribuido a su plantilla que durante semanas no ha acudido a su puesto de trabajo.
Una situación insostenible y que se explica porque a la vez la compañía ha solicitado el concurso de acreedores con su liquidación. El Juzgado de lo Mercantil Número 2 de Alicante aprobó el pasado 10 de junio el proceso tanto para la empresa R. Belda Llorens como para la sociedad Evelio Mataix Molina, que pertenece al mismo grupo familiar, Corporación Financiera Mataix. En esa resolución también se fija el inicio de la fase de liquidación de la empresa dentro del concurso y la sustitución de los administradores actuales por el administrador concursal designado, Francisco Nieto.
La suspensión de pagos ha llegado prácticamente a la vez que el fabricante alicantino había logrado ser incluida para recibir fondos del Perte que el Gobierno había lanzado con fondos europeos para inversiones en economía circular en la industria textil.
Los Next Generation llegan tarde
Belda Llorens se había presentado a la convocatoria del Perte de economía circular del sector textil y había conseguido que en abril se le asignaran 858.692 euros para realizar una inversión de 2,1 millones de euros para mejorar las condiciones medioambientales de su factoría. Un proyecto que además había presentado junto a la castellonense Inmatex, que en su caso prevé destinar casi un millón de euros a inversiones.
La empresa familiar había apostado hace más de una década por diferenciarse con hilos reciclados y con sellos sostenibles a través de la marca Ecolife, para entrar en las grandes cadenas fabricantes y distribuidoras de ropa de Inditex a Ikea o marcas como El Ganso.
Cierre de una filial en Alcoy
Aunque la llegada del dinero del Perte, tras más de un año de tramitación, podría haber aliviado la situación, lo cierto es que el grupo familiar arrastraba números rojos al menos desde 2019 y sus pérdidas superaron los 2,3 millones de euros en 2023. Además en los últimos años había reducido ventas de 20 millones de euros en 2021 a menos de 14 millones en 2023, por lo que ya había reducido plantilla e incluso liquidado y cerrado una filial, Fénix Elastic, un proveedor que había adquirido en Alcoy.
A las dificultades financieras se han unido también las diferencias por la gestión de la empresa entre los accionistas de las distintas ramas familiares, según publicó el portal especializado Moda.es citando al propio director general de compañía
La agonía durante estos meses de la textil alicantina recuerda al drama vivido por otra empresa histórica del sector regional, el fabricante de medias Marie Claire, que tras dos años al borde del abismo y varias compras fallidas finalmente cesó su actividad después de que sus trabajadores sufriesen meses de impagos en Vilafranca del Cid (Castellón).
En el caso de Belda Llorens los trabajadores llevan varias semanas de protestas y manifestaciones en su municipio. La empresa textil se una de las mayores industrias del municipio del interior de Alicante, donde suma unas instalaciones industriales de 65.000 metros cuadrados.