Retail - Consumo
Adidas cierra la crisis con Kayne West: "Hemos pasado página y ya nadie le debe nada a nadie"
- La marca está cerca de borrar el rastro de Ye en sus cuentas y en sus tiendas
- Ambas partes deciden abandonar al proceso judicial sin compensación económica
- Adidas ahora crece gracias a que sus zapatillas originales están de moda
Carlota G. Velloso
Adidas y Ye han enterrado el hacha de guerra. Ambas partes han firmado un acuerdo para poner fin a la batalla judicial que mantenían, por lo que las causas que les enfrentaban en los tribunales quedan zanjadas. La marca de zapatillas rompió su colaboración con el rapero americano, antes conocido como Kanye West, hace justo dos años. Ahora, el impacto de la ruptura ya no hace prácticamente mella en sus cuentas, por lo que, con la paz sellada, el asunto está prácticamente superado.
Este martes, la compañía alemana ha presentado sus resultados del tercer trimestre y, durante la llamada con los analistas, el consejero delegado, Bjørn Gulden, ha anunciado el acuerdo con Ye. El directivo ha explicado que el asunto ha quedado totalmente resuelto y que no ha habido necesidad de llegar a un acuerdo económico, ya que ambas partes simplemente han querido dejar atrás este asunto. "Hemos pasado página. Ya nadie le debe nada a nadie", decía.
La firma de calzado y ropa deportiva empieza a superar el bache, ya que las zapatillas Yeezy suponían una fuente de ingresos importante. De hecho, Adidas lleva arrastrando este tema dos años y, en este tiempo, uno de los focos principales de la compañía ha sido superar esta crisis. El fin de la colaboración con el artista supuso un quebradero de cabeza.
Adidas rompió el acuerdo con Ye por su discurso antisemita y de odio. Era algo que no estaba en los planes de la marca, pero tenía que tomar una decisión porque el rapero formaba parte de la imagen de la casa. "No toleramos la intolerancia", explicó en 2022 la alemana. Pese a su contundente decisión, a nivel operativo la ruptura no fue fácil. Entonces, las fábricas estaban produciendo la colección de Yeezy y a ello se sumaban los pares que ya estaban en las tiendas.
La marca tenía un dilema, ya que no quería lucrarse con las zapatillas del cantante, pero tampoco podía hacer frente a miles de zapatillas en el limbo. Comercializarlas no era una solución, pero tirarlas a la basura, tampoco. Finalmente, el consejero delegado decidió vender el stock que quedaba a precio de coste. Eso supuso unas ventas de 750 millones de euros en 2023. El año previo, el de la ruptura, Adidas ingresó 1.200 millones por las Yeezy.
La estrategia de Adidas fue colocar los pares, lo que sí tendría un impacto en las ventas, pero no tendría apenas repercusión en el beneficio operativo, ya que se venden a precio de coste. Poco a poco, la compañía está consiguiendo reducir el peso de Ye en sus cuentas y está logrando que el crecimiento de los ingresos proceda de sus Originals. En no mucho tiempo, no quedará rastro de Ye en Adidas (ni en sus cuentas, ni en las tiendas).
La tabla de salvación
Mientras, la tabla de salvación de Adidas han sido sus zapatillas originales. Son las Gazelle, las Samba o las Spezial, que vuelven a estar de moda. De hecho, la compañía explica el aumento del 14% de los ingresos gracias a estos modelos.
"[Los resultados] muestran la fortaleza de la marca Adidas y son resultado del buen trabajo que está haciendo nuestra frente en todos los mercados y en todos los puestos. Hemos conseguido que haya ganas por nuestras zapatillas y tenemos una oportunidad generacional para conectar con una nueva generación de consumidores", recalca Gulden en las cuentas.
Poco a poco, la firma alemana se recupera. El año 2022 fue una pesadilla, ya que la firma perdió la mitad de su valor en bolsa. En 2023, rebotó un 44,5% y, en lo que va de año, se revaloriza un 19%. Lo peor de la crisis con Ye ha quedado atrás. Lo mejor es que los analistas aún dan potencial a la de calzado y ropa deportiva y consideran que sus acciones pueden llegar a los 250,8 euros en los próximos 12 meses o subir un 13% más.