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La primera mujer que se atrevió a desfilar públicamente con un bikini tiene un vínculo con una marca española

Foto: Montaje Enrique Boyero.

Cristian Gallegos

Hace 78 años nació el bikini. Si bien esta prenda femenina de dos piezas empezó 2 mil años atrás, en 1946 se retomó esta idea de la mano de Jacques Heim, quien lanzó un modelo de traje de baño de dos piezas con exposición del abdomen, pero tapando el ombligo.

Más tarde, Louis Rénard convirtió esta prenda en un elemento de baño más "atrevido" ya que dejó a la luz la zona del ombligo. Modelarlo y publicarlo no fue fácil por el temor de las mujeres a la opinión pública. Pese a ello, un 5 de julio de 1946 Michelle Bernardini, se armó de valor y lució por primera vez en la historia el bañador durante un desfile de moda.

Hoy lo usan miles de mujeres en el mundo y las firmas de moda ya no solo apuestan por los estilos y diseños, sino que incursionan en la fabricación de los mismos con materiales sobrantes. Una tendencia que apunta a ahorrar costes y generar un impacto menor en el planeta.

Bernardini en el universo del bikini

Entre estas firmas, la marca española que confecciona sus diseños con los llamados 'deadstocks' de otras empresas, y que genera una moda circular, nos encontramos con la marca mallorquina Bionda Swim, fundada por Melina Bernardini en 2019.

El apellido de Melina nos hace retomar la lectura a los primeros párrafos de este texto. Y sí, la fundadora de esta marca de bikinis tiene una relación con Michelle Bernardini, la primera mujer que se atrevió a usarlo públicamente en 1946.

Sostenibilidad en la moda 

En esta línea, la joven empresaria, nacida en Zurich, pero que creció en Mallorca, y que tiene raíces italianas, tomó sus referencias genéticas de la moda y creó Bionda Swim con una visión de sostenibilidad.

Trajes de baño atemporales que no pasan de moda

Según cuenta la fundadora de la marca mallorquina en la revista Hola, "es una firma de trajes de baño con diseños únicos y atemporales que la gente puede llevar durante años. Para dar una alternativa sostenible a la moda rápida y posicionarse contra las fábricas con prácticas cuestionables de derechos humanos".

Melina, agrega que decidió comenzar a usar tejidos sobrantes de otras firmas que quizás encargaron "demasiado" o lo tiñeron del color "equivocado", con el fin de darles una segunda vida a estos materiales. "Así, los errores de otros se convierten en nuestro tesoro", sentenció en la entrevista.