Sánchez inaugura la 'pelea' con Rivera por acercarse a Macron
Mario Becedas
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, tienen un propósito común que, lejos de unirles, les enfrenta. Este propósito no es otro que acercarse al presidente de Francia, Emmanuel Macron. Aunque desde hace meses es Ciudadanos el partido que ha querido recoger la estela de Macron en España, la llegada de Sánchez al poder ha hecho al socialista lanzarse a la 'conquista' del mandatario galo.
Sólo hay que fijarse en los movimientos de Sánchez en sus escasas semanas en el poder. Su primera cita con un dirigente internacional ha sido con Macron. Este pasado fin de semana, el presidente español se presentó en París en su primera visita internacional para dejar claro que su interlocutor preferido en Europa será el homólogo francés. Prueba de ello fue lo solícito que se mostró Sánchez a toda propuesta de Macron, desde los centros de control migratorio dentro de la UE hasta el Presupuesto común para la Eurozona que el francés había pactado días atrás con la canciller alemana Angela Merkel.
Tras su encuentro, Sánchez no dejó lugar a dudas: se adhirió sin matices al "más Europa" de Macron y llamó a construir un eje Madrid- París que llegue hasta Berlín y al que se pueda unir Lisboa. Una ruta que, lejos de cualquier casualidad, deja fuera a Italia después de los encontronazos que el nuevo gobierno transalpino ha tenido con España y Francia a cuenta del rescate de barcos con migrantes en el Mediterráneo.
Con este acercamiento, Sánchez consigue hacerse un hueco clave en la UE a través de un camino alternativa al de Mariano Rajoy, siempre circunscrito a Merkel. Además, en clave interna, el jefe del Ejecutivo vende en España un mensaje europeísta entre un electorado en el que el euroescepticismo no ha calado con la fuerza que lo ha hecho en otros países. De la misma manera, el acercamiento a Macron le permite mostrar un deje liberal y centrista que tapone la fuga de voto a Ciudadanos y que le haga amortiguar las acusaciones hechas desde el PP de radicalidad por haber llegado a Moncloa gracias a Podemos y los separatistas.
Macron tiene que decantarse por un socio con poder ejecutivo en un país vecino o por un aliado ideológico en Europa
En el otro extremo de la ecuación se encuentra un Albert Rivera que, si vio cómo la moción de censura de Sánchez les estrechó el paso, ahora presencia cómo el socialista quiere robarle su mejor baza europea. Sólo hay que fijarse en cómo pasos dados por Macron hasta su aterrizaje en el Elíseo fueron toda una referencia para el líder de Ciudadanos. Había elementos comunes: un candidato joven, un mensaje reformista y regenerador, una apelación a la patria, una crítica al sistema tradicional pero sin ánimo de ruptura, un canto liberalista a Europa e incluso la idea de constituir una plataforma más allá del partido.
El esfuerzo de Rivera en presentarse como el 'Macron español' dio sus frutos y desde el ámbito del presidente francés y su plataforma En marche! se lanzaron mensajes de apoyo a Ciudadanos. Hasta el punto de que ahora, casi a las puertas de unas nuevas y decisivas elecciones europeas, las de mayo de 2019, las huestes de Macron negocian con Rivera concurrir juntos en una plataforma que aglutine también al Partido Democrática italiano del caído en desgracia Matteo Renzi y que supere a la tradicional alianza liberal (ALDE) en la Eurocámara.
En manos de Macron está gestionar esta dicotomía y decidir cuál será su interlocutor preferente en España. En estos momentos, la posición institucional favorece a Sánchez. Ocupar la jefatura del Gobierno es un valor añadido y el presidente francés sabe que esa capacidad ejecutiva es clave a la hora de tejer alianzas frente a un aliado idelógico cuya progresión se ha parado y que sigue a la espera de elecciones para lograr más representación. En contra del socialista está su nimio apoyo parlamentario -84 diputados- y lo restringido de la legislatura -lo máximo que puede durar es hasta 2020-.
En cualquier caso, nada puede darse por descartado en la política europea. Un día de septiembre de 2014, un flamante Pedro Sánchez aparecía en una fotografía con otros entonces ilustres socialistas europeos como Manuel Valls o el propio Renzi, todos ellos con radiante camisa blanca. En ese momento el líder socialista quería dar una imagen centrista que no le funcionó en las elecciones generales y que mandó al cajón del olvido a sus compañeros de instantánea. Cuatro años después, viaje de Sánchez a la izquierda para ganar las primarias incluido, Valls no descarta a día de hoy optar a la Alcaldía de Barcelona por Ciudadanos mientras que Renzi podría estar con el partido 'naranja' en Estrasburgo.