Cospedal confirma que Rajoy no dimite: "La aritmética del Congreso no garantiza que el PP salve el Gobierno"

La ministra de Defensa y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha confirmado esta tarde que el todavía presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no va a dimitir aunque todo apunte a que Pedro Sánchez va a ganar este viernes la moción de censura con 180 apoyos tras anunciar el PNV su voto afirmativo. Un voto afirmativo que se suma al que hoy han garantizado el PDeCAT, ERC y Bildu. Así ha transcurrido la primera jornada del debate de la moción de censura contra Rajoy.

En los pasillos del Congreso y mientras el debate de la moción proseguía con las intevenciones de ERC y de Ciudadanos, Cospedal ha salido al paso de los rumores que apuntaban a que Rajoy renunciaría y ha confirmado que mañana acudirá al Congreso a votar la moción. La dirigente del PP ha explicado que la actual aritmética parlamentaria no les garantizaría salvar el Gobierno en una nueva investidura.

Al hilo de lo que había difundido Moncloa minutos antes, Cospedal ha dicho que "una dimisión de Rajoy sería un ejercicio estéril que no beneficiaría a nadie y perjudicaría el interés general de los españoles". Una enfadada Cospedal ha pedido a quienes transmitían este rumor que "dejen de mentir" y "no tapen así lo que van a votar este viernes".

Esta serie de declaraciones ha llegado después de que Rajoy haya abandonado el Congreso de los Diputados durante el receso de mediodía y no haya regresado esta tarde al retomarse el debate de la moción de censura. Su ausencia ha alentado los rumores de una posible dimisión. El presidente sólo ha asistido a la parte del debate en la que ha contestado al discurso de Sánchez y al diputado socialista José Luis Ábalos.

Pese al anuncio de Cospedal, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha subido después a la tribuna del Congreso y ha reclamado a Rajoy que dimita y convoque elecciones inmediatamente. Después, ha avanzado que votará en contra de Sánchez por ir el candidato socialista acompañado de los independentistas.

Un planteamiento "estéril"

En calidad de presidente del Gobierno, Rajoy tenía -y tiene hasta que se vote- a su disposición la opción de dimitir en el último momento para impedir una votación favorable a Sánchez en la moción de censura.

Con esta vía podría impedir que el socialista llegase a ser nombrado jefe del Ejecutivo dando paso a un Gobierno en funciones -en el que podría haber seguido como presidente si así lo quisiera- que duraría hasta que el Congreso invistiera a un sucesor en el cargo -artículos 101 y 108 de la Constitución-. Para ello, se tendría que abrir una ronda de consultas del Rey para buscar -sin plazo límite- un candidato a la investidura.

En esa ronda de consultas, un Sánchez de nuevo candidato podría ser investido por una mayoría simple en segunda votación con mayor facilidad incluso que en la moción, donde necesita la absoluta. Esto dejaría al PP en una situación muy precaria a la hora de buscar apoyos para investir a otro dirigente de sus filas. Un razonamiento como el que ha desgranado Cospedal esta tarde calificando de "estéril" la idea.

Además, a ojos del Rey, que es la última voz en la elección del candidato, Sánchez podría contar con más opciones que cualquier candidato del PP. De darse este escenario, lo único que activaría el reloj en el tablero sería una investidura fallida que abriese un plazo de dos meses antes de disolverse automáticamente las Cortes y convocarse elecciones.

Al igual que de momento no hay precedente para una moción de censura exitosa sí lo hay para la dimisión de un presidente del Gobierno. Adolfo Suárez dimitió el 29 de enero de 1981 y su Gobierno estuvo en funciones casi un mes hasta que el Congreso acordó la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo en segunda votación, en el cargo del 25 de febrero de 1981 hasta el 1 de diciembre de 1982.