Política

El Gobierno rectifica tras el enfado de ERC y acepta ir a la mesa de diálogo antes de las catalanas

  • Moncloa proponía aplazar la mesa hasta que hubiera un nuevo Govern
  • ERC ha acusado a Sánchez de "incumplimiento flagrante" de su acuerdo
  • Sánchez mantiene la reunión con Torra, aunque la vacía de contenido

Mario Becedas

El Gobierno de Pedro Sánchez dio este jueves un giro de 180 grados tras posponer en un primer momento la mesa de diálogo con el Govern hasta después de las elecciones catalanas a raíz del adelanto anunciado por Quim Torra. Después de mostrar ERC su enfado por este aplazamiento y de una reunión exprés en La Moncloa entre el presidente y Gabriel Rufián, el Ejecutivo reculó y aceptó ir a la mesa antes de los comicios. Los socialistas no quieren choques con un partido al que necesitan para aprobar los Presupuestos Generales del Estado.

En un primer momento, Moncloa emitía un comunicado informando de que Sánchez mantenía la reunión del 6 de febrero con Torra, pero instaba a emprender la mesa de diálogo pactada con ERC antes de la investidura para "cuando haya hablado el pueblo catalán".

En esa comunicación, el Gobierno además difuminaba la cita de Sánchez y Torra circunscribiéndola a la colaboración institucional en asuntos como los efectos del temporal Gloria. De la misma manera, el Ejecutivo diluía el encuentro informando de que que "Sánchez estará en Barcelona hasta el día 7 y tiene intención de poder reunirse también con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y con la presidenta de la Diputación de Barcelona, Nuria Marín, así como la entidad Barcelona Global".

Esta pretensión de aplazar la mesa encendía los ánimos de ERC. El presidente de los republicanos en el Parlament, Sergi Sabriá, ha acusado a Sánchez de "incumplimiento flagrante del acuerdo" entre el PSOE y ERC en lo que ha considerado una "irresponsabilidad absoluta". Sabrià, al igual que el vicepresidente catalán, Pere Aragonès, ha exigido una fecha "inminente" para la mesa de diálogo.

Posteriormente, el partido republicano ha emitido una nota en la que asegura que "no tiene ningún sentido esperar a la constitución de un nuevo Govern porque la vía política hay que abrirla ya, es urgente y es imprescindible".

Esta reacción de ERC ha hecho virar la postura del Ejecutivo, que pasadas unas horas emitía un comunicado en el que explica que, "para descartar cualquier duda respecto a nuestra voluntad de dialogar, manifestamos nuestra disposición a celebrar la mesa de diálogo entre gobiernos acordada, antes de las elecciones catalanas".

Con todo, Moncloa reconoce que, "dado el horizonte electoral decidido por Torra, no se dan las mejores circuntancias para iniciar el diálogo entre gobiernos, cuando uno de ellos ha puesto punto y final a la legislatura y el nuevo Govern no podrá constituirse hasta la celebración de las elecciones anunciadas".

Calvo había dejado en el aire la cita

Poco antes de que Moncloa emitiese su primera versión, la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ya había dejado en el aire la celebración de la reunión entre Sánchez y Torra.

En declaraciones a los medios de comunicación esta mañana, Calvo ha asegurado que ese encuentro "de producirse" se hará para hablar de los problemas de Cataluña en el marco de la "seguridad jurídica" del Estado español y no para afrontar esta conversación desde algunos planteamientos que ha visto reflejados en los medios de comunicación este mismo jueves por parte del independentismo.

Se refería a la entrevista también este jueves a Torra en la que el dirigente independentista ha reiterado que su exigencia es que en la mesa de diálogo se negocie la autodeterminación y la amnistía de los presos condenados por el procés. "Necesito saber en qué condiciones negociaremos lo que sea necesario negociar, que es el ejercicio al derecho autodeterminación y la amnistía. Es el encargo que tenemos. No es una cuestión del presidente, es también de ERC y la CUP", ha destacado en la citada entrevista en Catalunya Ràdio, recogida por EP.