Tezanos reaparece con un CIS que asegura que el 44% de los españoles votó el 10-N influido por la situación en Cataluña
- 2,7 millones de probables abstencionistas se habrían animado a votar
- Vox fue el principal beneficiado del contexto llevándose votos de PP y PSOE
- El estudio 'camufla' la intención de voto excusándose en los comicios
Mario Becedas
El primer barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) tras las elecciones del 10 de noviembre refleja que un 43,9% de los españoles votó ese día influido por la situación que se vive en Cataluña frente a un 54,6% que lo hizo sin basarse en ese marco. De la misma manera, el estudio, realizado en las dos semanas previas a las generales, recoge que la preocupación por este contexto catalán se disparó nueve puntos (hasta el 19%) respecto a la anterior medición tras la sentencia del procés y los disturbios en contra de ella. La independencia asciende ya a cuarto problema para los españoles.
De todos los encuestados (algo menos de 5.000), un 7,4% contestó que no pensaba votar y que la situación en Cataluña le animó a ir a las urnas. Por contra, este clima de tensión disuadió de votar a un 2,5%. El porcentaje de aquellos que cambiaron su opción electoral por estos hechos asciende al 3,3%.
Teniendo en cuenta que el censo electoral del 10-N fue de 37 millones de personas, unos 2,7 millones de ciudadanos que no iban a votar fueron espoleados por el tema Cataluña. Siguiendo con esta extrapolación, a algo menos de un millón de electores Cataluña les quitó las ganas de ir a las urnas. A su vez, 1,2 millones de votantes cambiaron su papeleta a raíz del marco catalán.
El estudio, además, detalla que, dentro de ese casi 44% de ciudadanos que votaron influidos por Cataluña, un 21,6% de ellos cambiaron su voto de PP (11,2%) o PSOE (10,4%) a Vox. En la misma tesitura, un 9,3% de ellos cambiaron al PSOE por Unidas Podemos. Por otro lado, un 6,4% de ellos habrían pasado de los Pedro Sánchez Ciudadanos y otro 6,1% de los socialistas al PP. Queda patente que la polarización vivida le hizo perder al PSOE por los dos flancos.
En lo que respecta a la habitual intención de voto, el estudio ha vuelto a causar algo de desorientación inicial. El instituto que dirige el socialista José Félix Tezanos lo ha presentado fragmentado en varios documentos y 'camuflando' en cierta manera una estimación de voto que, en todo caso, hubiese sido recabada en la semana de la campaña.
En el enésimo cambio en la presentación de los barómetros que ahondan en materia electoral, los de Tezanos explican en su metodología la decisión: "Evidentemente, en esta ocasión no procede la medición estimada del estado de los electorados, dado que esta medición encuentra su expresión paramétrica en los propios resultados de las elecciones generales".
Traducción: en los confines del estudio sí se recoge una intención directa de voto y una suerte de estimación del mismo que no llega a ser la manida 'cocina' -mezcla de la intención de voto y del recuerdo del mismo en las anteriores elecciones- y que se queda en la suma de intención + simpatía.
En esta ocasión, el estudio se divide en dos oleadas para discernir la influencia de la tensión propia de la campaña electoral en las opiniones de los encuestados. La primera de estas oleadas consistió en 2.378 entrevistas del 28 de octubre al 3 de noviembre. La segunda en 2.427 entrevistas del 4 al 9 de noviembre.
Acudiendo a la segunda oleada, en teoría más fiable al hacerse prácticamente en las horas previas a las elecciones, hay disparidad en esta especie de 'estimación'. El PSOE cosecha un 28,6% superior al 28% conseguido el 10-N y Ciudadanos refleja un 6,2% frente al 6,8% real. Sin embargo, el PP aparece con un 12,9% frente al 20,8% obtenido. Vox también quedó lejos de los radares de Tezanos: en el apartado figura con un 8,5% y logró un 15,1%. Acudiendo a la intención directa de voto, los datos también se presentan lejanos a las cifras de la jornada electoral.