El cultivo de aguacate se expande por España ante la falta de agua en Málaga

La producción de aguacates en España acumula varios años complicados, marcados por la sequía. La situación meteorológica incluso ha hecho plantearse al sector la viabilidad de estos cultivos en zonas como la Axarquía, en Málaga. Se trata de la principal zona productora del país, y la última campaña volverá a estar marcada por la sequía, que provocará una nueva caída en la producción de aguacate.

Las perspectivas no son buenas, ya que la producción durante la pasada campaña ya registró una caída del 60%, por la falta de recursos hídricos, según datos la Asociación Española de Frutas Tropicales, recogidos por EFE.

Ante esta situación, se plantean dos opciones. Por un lado, están los agricultores que se han replanteado la viabilidad de estos cultivos, ante la falta de agua y con la consiguiente caída de la rentabilidad. De hecho, el 30% de las fincas han realizado talas.

Buscando alternativas

Y por otro lado, movidos por una mejora en las condiciones de cultivo, los productores de otras provincias, como Huelva, Cádiz o Valencia, han optado por el aguacate, frente a otros cultivos más tradicionales.

Muchos productores de limón y naranjas, por ejemplo, se han pasado al cultivo de aguacate, ya que ofrece una mayor rentabilidad, y solo necesita buen clima y un poco más de agua.

Esta tendencia la ha confirmado un estudio de las Universidades de Huelva y de Extremadura, que señala que Andalucía y Valencia son las regiones más adecuadas climáticamente para el cultivo de aguacate.

Hay que tener en cuenta que la expansión del aguacate en las últimas décadas, ante su alta demanda y altos precios, que lo convirtieron en un cultivo muy atractivo, no siempre ha seguido criterios de idoneidad climática, poniendo en riesgo la sostenibilidad.

El aguacate es originario de zonas tropicales y subtropicales, y tiene unos requisitos climáticos muy específicos que deben cumplirse para asegurar una buena producción.

Aguacates en Asturias

A pesar de las referencias, y las advertencias que lanza este estudio, una empresa asturiana ha demostrado que hay excepciones. Aguacastur intuyó pronto el potencial de la región de Salas como zona productora. Andrés Ibarra, uno de los cofundadores de la empresa, descubrió un aguacatero muy alto, y que tenía frutos. En 2009 hizo una exploración por el norte de España y descubrió que había miles de ellos.

Con estos ejemplos, empezaron con su propia plantación. En un primer momento les acusaron de vendehumos, de que era inviable... las críticas eran feroces. Hasta que superaron el primer invierno, los árboles comenzaron a crecer y la idea dejó de parecer descabellada.

La idea de cultivar aguacates en el norte de España parece rara, debido a las diferencias climáticas entre esta zona y Málaga. Pero desde la compañía recuerdan que el clima natural del producto en México, que es el principal productor y exportador global, comparte características con el del norte de España.

La empresa cuenta ya con cuatro inversores provenientes de segundas generaciones de españoles que emigraron a México y que han decidido volver y apostar por este tipo de cultivo.

Y aunque el clima es cambiante y el futuro puede variar, las perspectivas de la empresa son optimistas y esperan seguir creciendo en un contexto en el que cada campaña pone de manifiesto la necesidad de apostar por nuevas técnicas y horizontes que mantengan la producción nacional.