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Un año catastrófico en España: sequía, incendios y danas protagonizaron 2023

  • Sufre el segundo año más caluroso desde que hay registros
  • El calor extremo también se ha apoderado de las aguas del mar
  • La superficie incendiada supera las 84.000 hectáreas
Imagen: Dreamstime

Andrea Díaz Pérez, Remo Vicario
Madrid,

Incendios persistentes y virulentos, récords de días cálidos, aumento sin precedentes de la temperatura del mar, gotas frías y una sequía aún más acuciante, las catástrofes naturales se recrudecen en 2023 y normalizan, año tras año, las amenazas del clima en España, uno de los países más vulnerables al cambio climático.

Inmersos en una crisis climática sin precedentes en todo el planeta, España ha vivido un 2023 uno de los años más calurosos desde, al menos, 1961, con las temperatura media alcanzando los 15,8 grados. Se trata del segundo año más cálido de la serie histórica, solo por detrás de 2022, y sin ningún mes con carácter frío.

De hecho, se han contabilizado 38 récords de días cálidos en la península. Es decir, de cada nueve días, uno ha sido cálido. En cambio, no se ha alcanzado ningún récord de día frío, según los datos de la Aemet, recogidos por EFE.

El calor extremo ha sido protagonista del verano, con cuatro olas de calor, y máximas por encima de los 40 grados en gran parte del país. Llegaron a superarse los 45 grados en Andalucía y en Valencia, donde llegaron a registrarse 46,8 grados, la máxima más alta de este verano, batiendo el récord en más de 3 grados.

Pero estos valores tan altos no se han visto solo en tierra: el calor extremo se ha apoderado de las aguas del mar, que, entre enero y septiembre, alcanzaron su media más alta desde, al menos, 1960. Por ejemplo, en agosto, el mar Balear marcó una media de 28,5 grados.

Desigualdad en las precipitaciones

En lo relativo a las precipitaciones, el año hidrológico, que va de octubre de 2022 a septiembre de 2023, ha dejado un 12% de lluvia menos de lo normal, lo que le convierte, de nuevo, en un año seco, y con una desigual distribución de las lluvias. La temporada fue especialmente seca en Cataluña y otros puntos del norte de la península, y también en Canarias.

Fruto de esta desigualdad, España arrastra una sequía meteorológica severa de larga duración, que en el sur de la península es la más larga, al menos, desde 1961. Mientras que en el nordeste, de nuevo, sobre todo en Cataluña, es la más intensa, lo que ha provocado las restricciones en el suministro de agua.

De la ausencia de lluvias... a las gotas frías o las dana. 2023 ha destacado por estas lluvias torrenciales, que avalan la tesis de que en los días de precipitación más intensa llueve más que en décadas pasadas, y que las lluvias torrenciales son más severas y catastróficas en la vertiente mediterránea.

Cabe destacar la dana que en septiembre impactó en Madrid y Castilla-La Mancha, con acumulaciones de lluvias superiores a 200 litros por metro cuadrado, destrozos, fallecidos, inundaciones y la declaración de zona catastrófica.

Los expertos alertan de que en un escenario actual de cambio climático, las dana o gotas frías se han incrementado en un 15% desde la década de los 50 en la península.

Incendios de sexta generación

Pero esta catástrofe no ha sido la única. Los incendios de sexta generación, con capacidad para alterar las condiciones meteorológicas, han arrasado más de 84.000 hectáreas en España, dando las primeras señales de una realidad preocupante: se están desestacionalizando, y ya no solo en verano se queman bosques.

En Castellón y Teruel se declararon fuegos en febrero, y en Asturias entre marzo y abril. Aunque el más importante por su intensidad y poder destructivo ha sido el de Tenerife, que con casi 15.000 hectáreas de monte arrasado, es el peor incendio en Canarias en los últimos 40 años y el peor en toda España en 2023.