Opinión

Infierno fiscal para las empresas

  • El endurecimiento de Sociedades elevará la presión impositiva sobre el tejido productivo, lo que frenará la inversión 
María Jesús Montero, Ministra de Hacienda

elEconomista.es
Madrid,

Las empresas aportan casi el 50% de la recaudación tributaria de las administraciones, si se incluyen impuestos directos e indirectos y cotizaciones. Un porcentaje que supera en 10 puntos la media de la UE y que refleja la alta fiscalidad que soporta el tejido productivo. Una situación a la que se ha llegado por las políticas del Gobierno, como queda reflejado en la evolución del Impuesto de Sociedades. En los últimos años, el Ejecutivo ha reformado y subido este tributo, lo que ha impulsado la recaudación obtenida, hasta superar los 39.000 millones en 2024, un 11,5% más que en 2023. Una cifra que este año se superará en más de un 10%, según estima la AIReF. Para asegurarse esta mejoría en un ejercicio en el que la economía crecerá menos que en 2024, el Gobierno introdujo más cambios normativos en Sociedades a finales de diciembre. Unas reformas que limitan las deducciones fiscales a las que las empresas podían acogerse y que afectan especialmente a las más grandes.

En concreto, el umbral pasa del 70% para firmas con ingresos superiores a 20 millones al 50%, y al 25% para las que facturen más de 60 millones. Asimismo, se restablece el límite del 50% para la compensación de las bases negativas entre las sociedades que formen parte de un mismo grupo empresarial. Ambas medidas permitirán a Hacienda recibir otros 2.650 millones extra, según la AIReF. Las empresas, por tanto, se enfrentan a un nuevo golpe tributario que limitará su capacidad para invertir, competir y crear empleo. Más aún si se tiene en cuenta que a este endurecimiento de Sociedades hay que sumar las constantes alzas de los costes laborales, también provocadas por las políticas del Gobierno. Se trata, en definitiva, de un infierno fiscal que lastra la productividad de los negocios.