Opinión

Una apuesta por el talento femenino en el sector del metal

  • La falta de mano de obra cualificada amenaza con frenar proyectos estratégicos y limitar la competitividad de nuestras empresas
  • Aunque la brecha salarial de género se ha reducido por debajo del 10 %, ellas siguen ocupando puestos de menor cualificación
Profesional trabajando en el sector del metal

José Miguel Guerrero
Madrid,

La economía española arrastra un déficit estructural centrado en el mercado laboral, con especial protagonismo del desempleo. La ineficiencia de las políticas activas de empleo y el enfoque de la formación, alejada de las realidades del mercado laboral, se traduce en desajustes persistentes entre la oferta formativa y la demanda de las empresas. Esto genera una doble pérdida: para los trabajadores, que no encuentran oportunidades acordes a su preparación, y para las compañías, que ven limitado su potencial de crecimiento por la falta de perfiles profesionales adecuados. El sector del metal lo vive con especial intensidad. La falta de mano de obra cualificada amenaza con frenar proyectos estratégicos y limitar la competitividad de muchas de nuestras empresas. En ocupaciones vinculadas al metal, este déficit no solo impide crecer, sino que comienza a comprometer la capacidad de mantener ciertos niveles de producción. La presencia femenina entre las plantillas está mejorando a un ritmo aún insuficiente. La modernización de la industria pasa también por impulsar la igualdad real, no solo como un principio de justicia social, sino como una palanca de competitividad.

La imagen tradicional del sector, los estigmas heredados, el escaso conocimiento de las salidas profesionales o la débil conexión entre formación y empleo son barreras que todavía pesan. Por eso, desde Confemetal, como organización de la Fundación del Metal para la Formación, la Cualificación y el Empleo (FMF), hemos hecho de la formación y la atracción de talento una prioridad estratégica. Reforzar la Formación Profesional Dual y vincularla estrechamente con la realidad de las empresas es parte esencial de una estrategia con visión a largo plazo. Resolver estas necesidades formativas es la clave de bóveda para garantizar el futuro del sector. También observamos que entre los hombres no hay una percepción negativa o de rechazo sobre el sector, su inserción es natural. En cambio, esto sí ocurre entre muchas mujeres, lo que dificulta su incorporación. El diagnóstico que realizamos es que el mayor potencial de crecimiento del metal, especialmente en la industria está en el talento femenino. Tenemos en nuestras manos la oportunidad de convertir la igualdad laboral en un vector de competitividad industrial.

El futuro del sector depende de nuestra capacidad para cerrar la brecha formativa y aprovechar todo el talento disponible. Hoy, solo una de cada cinco personas afiliadas por cuenta ajena en el sector son mujeres. Y aunque la brecha salarial de género se ha reducido hasta situarse por debajo del 10 %, ellas siguen ocupando, en muchos casos, puestos de menor cualificación. No por falta de capacidad, sino por una carencia de orientación desde las etapas formativas iniciales.

La campaña nacional 'Generación del Metal', impulsada por la FMF, busca revertir esta situación atrayendo a los jóvenes hacia un sector innovador, tecnológicamente avanzado y con previsión de incorporar hasta 350.000 profesionales en los próximos años. El objetivo es claro: actualizar la imagen del sector y mostrar su potencial como destino profesional estable, bien remunerado y con oportunidades de desarrollo a largo plazo. La puerta de acceso de esta nueva generación está abierta. Las empresas del metal están preparadas para recibirlos con los brazos abiertos, conscientes de que la mejora de nuestra competitividad pasa por incorporar talento joven, cualificado y diverso, especialmente mujeres, que apuesten por construir su futuro en un sector con presente y mucho futuro.