Opinión

Urge terminar con la brecha educativa de los gitanos

  • El Estado debe entrar para que los niños y jóvenes gitanos no abandonen sus estudios
  • En España, el 26% de los jóvenes alcanza un título universitario
  • En cambio, ni siquiera 1 de cada 100 jóvenes gitanos obtiene un título universitario
Aula de primaria con niños estudiando

Joaquín Leguina
Madrid,

Este año 2025 ha sido declarado Año del Pueblo Gitano en España, para conmemorar sus 600 años en la península. En España, el 26% de los jóvenes alcanza un título universitario. El informe "La situación educativa del alumnado gitano en España" realizado encuestando a 1734 hogares con al menos un miembro español menor de 25 años de etnia gitana nos dice que ni siquiera 1 de cada 100 jóvenes gitanos obtiene un título universitario.

Para dar voz a este problema y reivindicar medidas para paliarlo, la Fundación Secretariado Gitano ha iniciado así una campaña llamada El Cero'8. En la presentación de esa campaña, Carmen Jiménez, graduada 2025 en Educación Infantil, contó su testimonio y dio a conocer cómo los estudiantes gitanos abandonan la educación sin casi nadie que les apoye para seguir. La directora general de la Fundación Secretariado Gitano, Sara Giménez, explica que los datos que refleja el informe son la consecuencia de una brecha educativa arrastrada desde la infancia. Solo el 17,3% de los niños gitanos se matriculan en educación infantil.

Y normalmente lo hacen a una edad más avanzada. El 23% del alumnado en tercero de primaria ya repite. Cifra que se eleva al 40% en quinto. Cuando llegan a secundaria están muy descolgados del propio sistema educativo. Tienen mucho desfase curricular. A esto se suma la ausencia de referentes gitanos con estudios, la segregación escolar, los prejuicios, la falta de expectativas y un sistema que les falla. El 63% de los adolescentes gitanos no termina la Educación Secundaria Obligatoria, frente al 13,2% de la población general. Todo ello los sitúa en una tasa de fracaso escolar del 62,8% frente al 4% del conjunto del alumnado.

El mayor problema para que los jóvenes gitanos no progresen en sus estudios se debe a que muchos viven en hogares donde los padres no tienen formación ni pueden ayudarles con los deberes. Otros no cuentan con una habitación adecuada para el estudio, herramientas digitales o capacidad económica para asumir clases de refuerzo.… El técnico de Educación de la Fundación Secretariado Gitano, Fernando Morión, ataca al entorno educativo: "Nos estigmatizan. La segregación y los prejuicios nos marcan". Tiene 38 años y recuerda que en su etapa de estudiante le echaron de clase porque protestó cuando leyó en un libro de Lengua que el caló, su dialecto, era una jerga de delincuentes.

Sea como sea, parece claro que el Estado debe entrar a saco para que los niños y jóvenes gitanos no abandonen sus estudios para ponerse inmediatamente a vender en los mercadillos, o a cosas peores que acaban con ellos en la cárcel. Creo que todos estamos de acuerdo en que la educación es clave para el desarrollo personal, laboral y social de una persona (y de los grupos sociales), y si no se alcanzan unos niveles educativos mínimos, la juventud gitana seguirá excluida del mercado de trabajo o abocada a la precariedad laboral, reproduciendo el ciclo de la pobreza generación tras generación. Los gitanos y los hijos de los inmigrantes deben llegar lo más alto que puedan en sus estudios. Será bueno para ellos y mejor para el conjunto de los españoles.