Opinión

Populismo e intervencionismo en la opa

  • La operación de la OPA hostil de BBVA sobre Sabadell no sería positivo que fructificase
  • La OPA del BBVA sobre el Sabadell cuenta con el problema de que pueda ser poco atractiva para el accionista del Sabadell
Rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que ha tenido lugar esta misma mañana

José María Rotellar
Madrid,

El Consejo de Ministros ha endurecido las condiciones de la OPA de BBVA a Sabadell. Puede tener sentido tratar de garantizar el acceso de las pymes a la financiación, pero el resto es un disparate intervencionista, como la de impedir la fusión durante tres años, extensible a cinco, con la obligación de mantener la estructura de ambas entidades y las plantillas de ambos bancos no tiene sentido. La fusión podría arrojar sinergias, pero sólo si se puede aprovechar la eficiencia y reducir costes, y, entre dicha reducción, cobra especial importancia el ajuste de personal en los puestos y tareas que sean redundantes. Por ejemplo, aparte de las oficinas que podrían resultar duplicadas en una misma zona, que la lógica indica que debería cerrarseUn oportuno alivio para las pymes una, con el consiguiente ajuste en la plantilla, nos encontramos con los servicios centrales. Si el Gobierno obliga a mantener las plantillas de ambas entidades, entonces se encontraría el banco resultante con dos consejos, y con la duplicidad en cada área: dos mesas de tesorería, dos departamentos de riesgos, dos de corporate, dos departamentos legales, dos departamentos de atención al accionista, dos de Pricing, dos direcciones comerciales y, así, sucesivamente. No sólo no podría disminuir costes la entidad resultante, sino que sería ineficiente tener dos departamentos por cada área del banco. Lo primero, impediría reducir costes y aprovechar sinergias; lo segundo, introduciría ineficiencia en la entidad.

El Gobierno, con ello, empuja a que la OPA sea retirada por el BBVA, al que, con estas condiciones, puede no interesarle seguir adelante. El BBVA tendrá que decidir, pero si la operación no parecía buena desde el inicio, con estas restricciones, mucho menos. El Ejecutivo ha manejado esta OPA siempre con un perfil populista -la consulta pública que realizó así lo muestra- y con perfil político, para satisfacer a sus diferentes socios. Ello podría llevar al BBVA a acudir a la Justicia. Además, habrá que ver qué dice la UE ante este intervencionismo en el libre mercado.

Yo creo que la operación de la OPA hostil de BBVA sobre Sabadell es un error del BBVA y que no sería positivo que fructificase, pero no por los argumentos que esgrimen algunos miembros del Gobierno, que no tienen base, ni por el populismo que envuelve la decisión del Gobierno, ni por su intervencionismo, y, además, es algo que deben decidir los accionistas y el mercado, no el Gobierno de esta manera intervencionista. Hace poco más de una década, había decenas de entidades financieras en España.

Tras las fusiones, los SIP de las cajas y la salida del mercado español, porque no terminaron de encontrar su nicho, de las entidades extranjeras en cuanto a banca comercial se refiere, y la resolución del Banco Popular, adquirido por el Banco de Santander por un euro, que terminó de concentrar la banca en España, el número de entidades ha quedado reducido a una parte muy pequeña en comparación con las de hace veinte o cuarenta años. Por un lado, es cierto que a mucha entidades les ha podido dar capacidad para crecer inorgánicamente y acometer, así, la penetración en mercados internacionales, y que se alcanzaría, con la OPA, una potencial mayor sinergia de costes, que queda desbaratada con la prohibición de la fusión por parte del Gobierno, pero, por otra parte, la concentración llega a cotas muy altas, donde la competencia se reduce de manera significativa, pudiendo perjudicar a los consumidores.

Ahora, con la OPA hostil de BBVA al Sabadell, no sólo puede restringirse aún más la competencia si sale adelante, sino que la restringiría muchísimo en el segmento de pymes y autónomos, donde trabajan con tres o cuatro entidades, tienen un trato muy directo con el gestor y no pueden tener muchas más fuentes de financiación, por las características de su tamaño y negocio. Todo ello, puede afectar seriamente al crédito, tanto en el acceso al mismo como en su coste, pero, sobre todo, en lo primero, pues para una pyme es esencial contar en muchos casos con ágiles líneas de tesorería, pues su capacidad para negociar con los clientes y proveedores no es tanta y suele pagar antes de lo que cobra.

Por eso, la OPA del BBVA sobre el Sabadell cuenta con el problema de que pueda ser poco atractiva para el accionista del Sabadell, donde la ecuación de canje se le complica a BBVA y la prima es negativa ahora o poco atractiva en el mejor de los casos, además de cambiar un riesgo mejor por otro peor; también constituye un problema la potencial restricción a la competencia y el posible perjuicio que sufra un segmento tan importante en la economía española como es el de las pymes y autónomos, que representan más del 95% del tejido productivo, con lo que dicha OPA parece tener más inconvenientes que elementos positivos, a mi juicio, pero ello debe estar basado en solidos análisis y en argumentos como los expuestos, de pros y contras, pero no en populismo. Son los accionistas los que tienen que decidir, pero el Gobierno ha decidido, en pura práctica socialista, decidir por ellos.