Un generoso sistema de pensiones

Mes tras mes la nómina de las pensiones bate nuevo récord. El último corresponde al mes de mayo cuando pagar a los jubilados supuso una factura de 13.532,33 millones, un 6,28% más que en el mismo mes del ejercicio anterior. Existen varios factores que explicar por qué el gasto en pensiones mantiene una tendencia al alza, que persistirá en los próximos años. Primero, por el envejecimiento de la población, que eleva el número de jubilados. A ello hay que sumar el progresivo retiro de los boomers, una generación que gozó de carreras laborales largas y con altos salarios, lo que contribuirá a elevar los desembolsos.

Y por si fuera poco, medidas equivocadas incluidas en la última reforma de pensiones, como ligar la revalorización de las pagas al IPC, también suman a la hora de impulsar el gasto. Tanto es así que en la actualidad las prestaciones de los nuevos jubilados alcanzan una media de 21.870 euros anuales. Una cifra que ya es un 23,4% más elevada que el salario más frecuente en España. Un dato que también evidencia el generoso sistema de pensiones que existe en nuestro país. No en vano, la tasa de sustitución vigente, es decir, el porcentaje del último salario de un trabajador que se cubre con la pensión de jubilación, alcanza el 80%, el porcentaje más alto de toda la OCDE. Todo este cúmulo de factores aboca a la Seguridad Social a elevar su insostenibilidad en los próximos años. Pese a ello, la última reforma de pensiones eludió cualquier iniciativa encaminada a racionalizar el gasto. Ello pese a que existe margen más que suficiente debido a la generosidad de las pensiones en nuestro país. El sistema está así condenado a disparar su deuda, hipotecando las pensiones de las generaciones futuras.