El posible 'rally' de fin de año en bolsa, todavía más en cuestión
- La tregua tras la entrevista de Xi y Trump se ha demostrado muy corta
Víctor Peiro
Madrid,
La pregunta del millón en estos días es si el mercado disfrutará de un rally de fin de año o no y lo cierto es que hay varias reuniones cruciales, y acontecimientos muy recientes, que pueden inclinar la balanza a uno u otro lado.
La primera ya ha sucedido y está dejando un sabor de boca agridulce. En la cumbre del G-20 que se celebró el pasado fin de semana en Argentina se produjo una buena noticia y es que se firmó el tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá. Uno de los momentos más esperados fue la cena del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y del presidente de China, Xi Jinping, en la que el gigante asiático se comprometió a aumentar sus importaciones de productos agrícolas, ganaderos, energéticos e industriales producidos en Estados Unidos para reducir el desequilibrio comercial.
Esto permitió a Trump anunciar que no subiría los aranceles a los productos que importa de China en enero y acordar una tregua comercial entre ambos países por un plazo de 90 días para avanzar en la negociación.
Sin embargo, las cosas se han complicado notablemente con el anuncio de la detención en Canadá de Sabrina Meng Wanzhou, la responsable financiera del gigante chino Huawei, e hija del fundador de este importante conglomerado industrial asiático. La noticia del arresto provocó importantes caídas en los mercados europeos y en Estados Unidos en la sesión de ayer.
Días antes, el balance de la cumbre del G-20 fue interpretado en un principio positivamente, ya que el mercado ya había descontado el escenario más negativo y los efectos ya se habían notado antes de su celebración. Por ello el lunes se vio un impulso de los activos de riesgo, que ha sido de corta duración por las dudas de que la tregua sea sólida y por los aún inciertos efectos de la detención de Sabrina Meng Wanzhou.
Pero además de esta cumbre, existen otras reuniones clave que determinarán el pulso de los mercados de lo que queda de año: por un lado, la reunión de la OPEP que hoy termina. La subida del dólar, ciertos temores sobre la demanda y el "permiso" de Trump a ocho países a seguir comprando petróleo a Irán han tirado el precio. Pero si no hay acuerdo de más recortes podríamos ver nuevas bajadas, lo que sin duda sería muy buena noticia para la economía mundial.
Por otro lado se halla el voto del Parlamento británico sobre el Brexit el 11 de diciembre. Se descuenta un "no" por escaso margen, que se podría arreglar con ligeras concesiones de la UE. Pero si el margen de ganancia del "no" es muy amplio y la primera ministra, Theresa May, dimite, las consecuencias para la libra y para las bolsas europeas serán negativas.
Sin duda la reunión más importante es la de la Reserva Federal el próximo día 19 de diciembre. Se da por hecho que veremos un nuevo incremento del tipo de referencia. Pero lo importante será el sesgo que dé a su discurso. Las recientes palabras del presidente de la institución, Jerome Powell, y la inversión del tramo corto de la curva de las rentabilidades de los bonos de la primera potencia mundial, anticipan que la Reserva Federal señalará hacia un menor ritmo de subidas.
Las caídas de los mercados de acciones desde octubre y la bajada de los rendimientos de los bonos en las recientes semanas son una muestra de los temores del mercado a un enfriamiento global.
Casi todo el mundo está de acuerdo en que son los temas políticos los que están empañando el buen momento de la economía y que serían responsables del fin temprano del ciclo económico alcista. Si la balanza de estos eventos es negativa, nos olvidaríamos del rally de Navidad, si sucede lo contrario podemos mitigar las pérdidas del año… pero sólo eso.