Opinión

Los fondos, 'a velocidad de crucero'


    Javier García Vilumbrales

    El Gobierno de España insiste, una y otra vez, en que este año 2022 será el año de los fondos Next Generation. Ha usado grandes frases en forma de titular: "El año de las inversiones". "El de la velocidad de crucero". Y lo cierto es que las primeras semanas de este 2022 están siendo un tanto frenéticas.

    Quizá porque el tiempo apremia, ya que no hay que olvidar que el plan de recuperación europeo marca que los Estados miembros deben tener ejecutados sus planes antes del 31 de diciembre de 2023, aunque los beneficiarios dispongan hasta finales de 2026 para desarrollar sus proyectos.

    Por eso, los Ministerios han engrasado sus motores para gestionar los 27.000 millones de euros vinculados a los fondos europeos que vienen recogidos en los Presupuestos Generales del Estado para este 2022. De ellos, 24.600 se van a movilizar en el primer semestre del año. Hace unos días se especificaba que se van a activar 137 líneas de ayudas durante el primer trimestre, y otras 125 entre los meses de abril y junio. Todo un reto para el Ejecutivo central, que se enfrenta a una situación inédita: un montante de dinero sin precedentes en España con escasos recursos materiales y humanos en los Ministerios.

    ¿Y cuáles van a ser las principales áreas de inversión en estos primeros 6 meses? La más beneficiada será la transición energética, con 23 convocatorias y 7.420 millones de inversión. Le sigue movilidad sostenible, con 15 convocatorias y 7.220 millones de euros previstos. Industria, con casi 3.000 millones de euros, para una convocatoria. Y digitalización, que será la que tenga más convocatorias: 82 para un total de 2.275 millones de euros.

    Todo esto mientras se siguen anunciando -y parece que diseñando- diferentes PERTES; esos proyectos de colaboración público-privada que poco a poco van tomando forma. Ya están aprobados el del vehículo eléctrico; el de salud de vanguardia; el de energías renovables, hidrógeno renovable y almacenamiento; y hace unos días el agroalimentario. Según los cálculos iniciales del Ejecutivo, quedarían por anunciarse estas próximas semanas el del español en la Inteligencia Artificial y el aeroespacial, pero ya nadie descarta que pueda ampliarse el abanico de opciones y aparezcan nuevos PERTES centrados en la economía circular, el sector naval o el textil. "Estamos aun pensándolo", dicen desde el Gobierno.

    Se ha polemizado mucho políticamente sobre la forma en que el Ejecutivo central está justificando los hitos del plan de recuperación ante Bruselas, hasta que hace unos días la propia Comisión Europea decidió salir al paso para confirmar que España está "al día" de sus obligaciones y que por eso está capacitada para solicitar nuevas ayudas en los próximos meses.

    Eso no quiere decir que haya que dejar de trabajar en los Ministerios. Como reconocen desde dentro "la presión es tremenda por parte de Bruselas y no hay tiempo apenas para respirar".

    A medida que se vayan alcanzando los hitos marcados, el Gobierno solicitará el segundo pago de 12.000 millones de euros durante el primer semestre de 2022, y un tercer pago de 6.000 millones previsto para final del año.

    En concreto, de este segundo desembolso, según la vicepresidenta Nadia Calviño, España ha cumplido ya con la mayoría de los 40 hitos (30 reformas y 10 inversiones) y objetivos fijados por Bruselas, con medidas como la ley 'rider' o la primera parte de la reforma de las pensiones y la reforma laboral, así como la hoja de ruta de la eólica marina o del autoconsumo, a la espera de la firma de convenios de los planes complementarios de ciencia en 2022 y la tramitación parlamentaria para la aprobación definitiva del impuesto sobre plástico no reutilizables.

    Hace ahora un año que España se embarcó en este proyecto del plan nacional de recuperación, transformación y resiliencia. Tras unos primeros meses inciertos, con dudas sobre la gestión a realizar, con problemas de organización interna en la administración, y con empresas deseosas de dinero que no llegaba, parece que es ahora cuando puede darse la vuelta a la tortilla. Son muchas las compañías -y sobre todo pymes- que han confiado su suerte al dinero de los fondos europeos. Por eso, mientras el Gobierno cuenta hitos que justificar a la Comisión Europea, empresarios y autónomos cuentan los días para que esas ayudas cumplan su función: la recuperación de sus negocios.