Opinión

Presupuesto con sesgo electoralista

    La ministra de Hacienda. María Jesús Montero

    elEconomista.es

    El Gobierno inició la tramitación de los Presupuestos Generales de 2022, aquellos que prevén el nivel de gasto público más alto registrado por las Cuentas estatales, superior a los 196.000 millones.

    La ministra María Jesús Montero justifica este cuantioso desembolso en la necesidad de propiciar una "recuperación económica que llegue a todos". Ahora bien, en el reparto de los recursos, existen claros visos de que hay una selección muy consciente de los colectivos cuyo beneficio se prioriza. Es ya bien conocido que los Presupuestos contemplan una elevación del 2% del sueldo de los funcionarios, y del 3% tanto para las pensiones mínimas y no contributivas como para los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital. Pero, además, éstas serán las primeras Cuentas del Estado que dedican un apartado a los menores de 35 años, sólo por el hecho de contar con esa edad, que engloba un desembolso de 12.550 millones derivado del Bono Joven Cultural y de las nuevas ayudas al alquiler. Frente a los beneficios para estos colectivos, otros sectores de la población tendrán que hacer aún más esfuerzos en plena recuperación. De hecho, el gran pilar de esta última será, según las previsiones del Gobierno, una recaudación impositiva récord de 232.000 millones. A ella seguirán contribuyendo (como desde el inicio de la crisis) las empresas, con medidas como la reforma de Sociedades que sitúa el tipo mínimo en el 15%, o los ahorradores quienes ven cómo se vuelve a recortar la exención en el IRPF de las aportaciones a los planes de pensiones.

    La "recuperación justa" de la que habla el Gobierno presenta un claro sesgo político hacia determinados colectivos

    El Gobierno habla de "recuperación justa y de ampliar la clase media", pero todo apunta que la línea directriz de sus Presupuestos es el beneficio de los colectivos más rentables electoralmente.