Un gigante bancario más rentable
elEconomista.es
CaixaBank y Bankia cerraron ayer su fusión y culminan de este modo la operación más importante del sector financiero español en las últimas dos décadas. No es difícil ponderar la importancia que entraña el nacimiento del que será el mayor banco de nuestro país, capaz de aglutinar por sí solo una cuarta parte del mercado, y con una ratio de solvencia del 14%, superior incluso a lo inicialmente previsto.
La ganancia de tamaño supone todo un activo en un momento de crisis histórica como el actual. Es ahora posible un incremento de la morosidad comparable al experimentado en la crisis financiera de los años 2008-2013, lo que exigirá mayor músculo para elevar las provisiones. Pero aún hay efectos positivos de mayor alcance en la recién estrenada fusión. No resulta casual que el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, pusiera ayer el acento en el que es el gran desafío de toda la banca europea: la baja rentabilidad. Gortázar subrayó que el nuevo gigante bancario contará con un rendimiento sobre recursos propios (ROE) "adecuado, sostenible y razonable". La necesidad de esa mejora es especialmente notoria en el caso de Bankia, cuyo ROE es inferior al 3% cuando la ratio que el BCE y los demás reguladores marcan es siete puntos superior. No obstante, la rentabilidad es el talón de Aquiles del conjunto del sector financiero, especialmente ahora que la epidemia volvió a disipar toda expectativa de subidas de los tipos de interés en la zona del euro.
CaixaBank y Bankia cierran la que es la operación más importante del sector financiero español en veinte años
A ello debe sumarse la ya crónica mengua del negocio crediticio y la escasez de la demanda solvente de préstamos. En tan difícil contexto, la unión de CaixaBank y Bankia, con el alza de ingresos y eficiencia que reportará, permite aspirar al ansiado nivel del 10% de rentabilidad.