Opinión

¿Qué se juegan los españoles en Madrid el próximo 4-M?

    El ya exvicepresidente Pablo Iglesias

    J. R. Pin Arboledas

    Machado definía a Madrid como el "Rompeolas de todas las Españas" (1936). Madrid no es sólo una comunidad autónoma, ni sólo la capital del Estado. Es, además, un lugar abierto donde no se le pregunta a nadie de donde viene y se le hace un sitio para que construya lo que quiera. Lo que ocurre en Madrid no es indiferente a ningún español. En castizo: Madrid es mucho Madrid.

    Los comicios de mayo no son sólo unas elecciones autonómicas, como no lo fueron las catalanas. Atañe a todos los españoles porque son dos maneras diferentes de enfocar la economía y la política. En economía Ayuso suena a liberalizadora y la actual oposición (PSOE, UP y Más Madrid), con Iglesias de estandarte, suena a estatalizadora.

    Por eso, el PP en el Gobierno de Madrid considera que es su obligación proteger el tejido empresarial, incluyendo todo tipo de pymes en la comunidad con el objetivo de crear puestos de trabajo y riqueza. Por eso, mantiene el menor tipo en el IRPF de toda España; estima que el dinero de los ciudadanos produce más en sus bolsillos que en los de las Administraciones Públicas. Por eso, reduce la tasa del impuesto de Patrimonio; cree que es un impuesto doble que va contra el ahorro del contribuyente que ya pagó por su renta para construirlo. Por eso, elimina el impuesto de Sucesiones y Donaciones entre padres e hijos de clases medias y trabajadoras; supone que hasta cierta cantidad (700.000 euros) los bienes trasmitidos proceden del ahorro y austeridad de unos padres que ya pagaron impuestos por ellos.

    Ese tinte liberal defiende la "elección de centro educativo" por parte de los padres. El gobierno PP cree en la educación concertada, a la vez que fue el primero en ofrecer educación bilingüe en inglés en la pública. También busca una combinación armónica de sanidad pública y privada.

    La oposición (¿Iglesias, Gabilondo?) quiere armonizar los sistemas fiscales en España. Eso en Madrid supone subir el IRPF en su tramo autonómico y gravar con un tipo similar al catalán o el valenciano los impuestos de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones. Más dinero para las Administraciones, donde piensan que se administra mejor ¿Más dinero para la sanidad y la educación públicas o para gastos superfluos y subvenciones?

    PSOE y UP creen que si hay oferta de educación pública en una zona no es necesario mantener la educación concertada (aunque algunos de sus dirigentes lleven sus hijos a la privada); lo mismo con la sanidad. También prefieren que las Administraciones decidan qué empresas se apoyan y cuáles no, según cumplan, o no, sus directrices y quieren más dinero en subvenciones de todo tipo para compensar la falta de empleo.

    Dos concepciones sobre el funcionamiento de la economía. Algo que atañe a los madrileños. Pero también al resto de los españoles, porque Madrid puede ser el espejo donde se miren otras autonomías.

    Lo mismo pasa en política. En estos momentos Madrid, Castilla-León, Andalucía y Galicia junto con Murcia (si no cambia el panorama), Ceuta y Melilla, representan el contrapoder del Gobierno Sánchez. Si la izquierda gobernara en Madrid el equilibrio político se inclinaría más a su favor. Si la independencia de los poderes del Estado, legislativo, ejecutivo y judicial es básica en una democracia, la distribución territorial del poder también es muy importante.

    El desembarco del vicepresidente Iglesias en la campaña electoral remarca más las diferencias. Si la izquierda logra sumar escaños para gobernar, Iglesias buscará ser presidente de la Comunidad de Madrid. Porque, si no ¿para qué desembarca? Para ello, pide que se le una electoralmente Más Madrid con objeto de formar un grupo parlamentario suficiente para justificar su aspiración que supondría la entrada de su izquierda radical en el Gobierno madrileño. De momento pretende lograr en la campaña lo que siempre ha querido: presentar dos bloques irreconciliables (izquierda/derecha) dinamitando el espíritu de consenso de la Transición; lo que él llama el régimen del 78.

    ¿Votar PSOE será votar Iglesias? Gabilondo tendrá difícil explicarlo. Más que Ayuso que insistirá en el voto útil para gobernar en solitario cuando le pregunten por VOX. Ayuso ha dicho que el país le debe una: haber sacado a Iglesias del Gobierno ¿también se la debe Sánchez?

    Los madrileños se juegan mucho. Todos los españoles también. Lo mismo que a nadie le fueron indiferentes las elecciones catalanas, tampoco deben serlo las de Madrid. Ese rompeolas de las Españas en donde confluyen todas las filias, las fobias, los choques y las concordias ibéricas.