Opinión

Problemas del Ibex más allá de la financiación

  • El problema para las grandes empresas no es de financiación sino de facturación
  • El anuncio del BCE esperado para esta semana reducirá aún más los costes para las firmas
La ampliación de estímulos que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, anunciará va a bajar aún más el coste de financiación.

elEconomista.es

La rentabilidad del bono español está ya en vías de batir los mínimos que registró en agosto (cuando se situó en el 0,031%) y todo apunta a que su cupón quedará en el 0%. Si no lo ha hecho todavía, es porque el mercado está a la espera de los nuevos estímulos que el BCE anunciará pasado mañana.

Pero, una vez que se confirme el aumento de las compras masivas de activos por parte de Fráncfort, el terreno queda allanado para que la deuda de nuestro país siga el camino de sus equivalentes en Alemania y Francia, cuyos bonos ya tienen rentabilidad negativa en algunos vencimientos.

La evolución de la renta fija soberana tendrá su traducción en el mercado de la deuda corporativa. En otras palabras, el interés de las emisiones de bonos de las empresas españolas ya está muy bajo (un 2,7% de media) y continuará descendiendo. Se confirma así que uno de los grandes problemas que se dieron en la anterior crisis, las dificultades para obtener financiación a tipos razonables, no se repetirá en la actualidad.

Al contrario, los analistas destacan la comodidad con la que las empresas del Ibex podrán contraer nueva deuda o renegociar la que ya tienen en mejores condiciones. Se trata, sin duda de un alivio digno de valorarse, aunque debe también tenerse en cuenta que las empresas españolas llegarán a 2021 con los deberes muy avanzados en este capítulo.

En 2020 sus emisiones de deuda ya fueron muy cuantiosas (basta recordar los 5.000 millones correspondientes solamente a Telefónica; también BBVA destaca en este ámbito), al igual que las numerosas renegociaciones de la emitida con anterioridad. Por ello, como advierten los analistas, la gran cuestión que afrontan en esta crisis no es de financiación, sino de facturación, y resolver este último problema llevará aún más tiempo.