Opinión

Una ayuda urgente para la hostelería

    Es el momento de rescatar la hostelería

    Ignacio Osborne

    Este año, ha sido un año de pérdidas en todos los sentidos posibles. Con esta pandemia, el país completo ha sufrido una gran sacudida y debemos enfrentarnos todos a una situación atípica, compleja, variable y con inmensa incertidumbre. Pero si hay un sector de este país que está sufriendo de forma extraordinaria es la hostelería. Uno de los sectores productivos más importantes de la economía española, que representa el 6,2% del PIB nacional y que emplea a casi 2 millones de personas, está pasando ahora por su peor momento.

    Es muy necesario, ahora más que nunca, alzar la voz por la hostelería, hablar sobre este sector, sobre el impacto que están teniendo las restricciones impuestas por las Administraciones Públicas y sobre las soluciones que se deben poner en marcha de manera inmediata para rescatarlo.

    Durante este tiempo hemos escuchado en todos los medios cómo los hosteleros cerraban sus negocios. De hecho, han tenido que hacerlo 65.000 hosteleros. También hemos escuchado cómo miles de personas se han quedado sin trabajo, en concreto 350.000 puestos de trabajo son los que se han perdido. Pero el problema es que la cosa no queda ahí y las previsiones de futuro no son nada esperanzadoras: en el conjunto del año completo se prevé un descenso de la facturación de más del 50% respecto al año anterior, lo que provocará unas pérdidas de entre 51.000 y 67.000 millones de euros según los distintos escenarios que se manejan y, lo que es peor, una pérdida de entre 900.000 y 1,1 millones de puestos de trabajo.

    Todo esto, mientras la hostelería ha estado demostrando su compromiso con la sociedad desde el principio, trabajando por la salud de empleados y clientes, adaptando todas las medidas sanitarias, de aforo y de horarios que la Administración ha ido imponiendo.

    Los negocios necesitan más que los préstamos ICO y los Ertes para evitar cerrar

    Aunque la hostelería de este país cuenta con la empatía de clientes y autoridades, esto no ha sido suficiente ya que desde el principio estamos viendo cómo se señala al sector hostelero de forma injusta cuando los bares y restaurantes son lugares seguros. De hecho, basándonos en los datos que aporta el Ministerio de Sanidad, mientras los casos totales no paran de aumentar, los contagios en la hostelería se han reducido considerablemente (solo el 3% de los contagios totales se producen en este entorno). De hecho, es importante que empecemos a ver la hostelería como una alternativa segura a todas las reuniones sociales privadas donde no existe ni reglamentación ni control, las cuales si son una de las principales fuentes de contagio.

    Se señala al sector de forma injusta cuando los bares y restaurantes son lugares seguros

    Llegados a este punto, debemos evaluar las medidas y restricciones impuestas por la Administración a este sector tan castigado que han demostrado no ser las medidas óptimas para frenar el golpe de esta crisis. La duración de la pandemia y el completo desgaste económico de las empresas hace que las medidas habilitadas hasta ahora, como los ERTES y préstamos ICO, ya no sean suficientes.

    Se necesitan nuevas ayudas enérgicas, en línea con las aprobadas en otros países europeos, para rescatar al sector y sobre todo es necesario poner en marcha un "plan estructural real" que contenga medidas de apoyo y protección para asegurar la supervivencia tanto de los empleos como del tejido empresarial de la hostelería. Algunos ejemplos de lo que la hostelería está reclamando a la Administración, son:

    · La aplicación de ayudas directas a fondo perdido, así como también la aplicación de fondos europeos.

    · La moratoria automática, con ampliación de los periodos de carencia, de la devolución de los principales de los créditos, durante todo el tiempo que perduren el estado de alarma o la declaración de pandemia.

    · La modificación de la regulación de alquileres que contemple el estado de alarma, toque de queda o regulación asimilada, y pandemia, como circunstancias que permitan la eliminación parcial o total del pago de los alquileres.

    · La derogación de la cláusula de los ERTES relativa a la obligación de mantenimiento del empleo en los seis meses siguientes a la reanudación de la actividad.

    · La prórroga automática de los ERTES, vinculada al mantenimiento del estado de alarma y/o a la persistencia de la pandemia, que deje sin efecto el límite del 31 de enero de 2021.

    Pero no solo piden medidas centradas únicamente en trabajadores y empresarios del sector, también piden fomentar la reactivación del consumo en los establecimientos hosteleros, de manera que sería necesaria la reducción del IVA, la congelación de subidas de impuestos directos o indirectos que lastren la capacidad de reactivación y la competitividad internacional de nuestra industria, la inversión en bonos y ayudas directos a familias y empresas, y en general las medidas tendentes a la reactivación del consumo directo en la hostelería (bares, restaurantes, hoteles…) que faciliten la recuperación de un sector tan extraordinariamente dañado.

    Es la hora de rescatar un sector que tanto ofrece a nuestro país, de reconocer su esfuerzo y su sentido de la responsabilidad durante la pandemia, y de poner en marcha de manera inmediata planes efectivos alternativos a las actuales medidas que están estrangulando al sector. Sólo así conseguiremos rescatar a la hostelería.