Opinión

Recesión profunda y duradera

    Los datos desmienten el optimismo del Gobierno con la crisis

    elEconomista.es

    Esta semana el Gobierno ha vuelto a repetir un mensaje que viene ofreciendo desde hace meses: la recuperación económica está próxima. Pero los datos desmienten el optimismo del Ejecutivo.

     Sirva como ejemplo el colapso del PIB en el segundo trimestre (-18,5%), o el desplome del empleo (15,6% de paro, la mayor tasa de la UE). A ello hay que sumar que la deuda pública ya roza el 110% del PIB y amenaza con cerrar 2020 en un nivel inédito: 120%. Con estos números en la mano, a pocos extraña que los últimos datos del indicador de sentimiento económico (ESI), elaborado por la Comisión Europea, señalen a nuestro país como la única de entre las grandes economías del continente donde la confianza empresarial empeora tras meses de subida y donde caen las expectativas de empleo. Sin duda, el deterioro de los indicadores responde al pico de contagios registrados desde principios de mes y a las recomendaciones de los países de la zona Schengen de no viajar a España, lo que ha llevado al turismo (un sector básico para el PIB) a temer por su futuro. Con todo, lo más preocupante es la actitud del Ejecutivo, poniéndose de perfil ante la crisis sanitaria, delegando la responsabilidad en las comunidades autónomas, y ante la económica, por mucho que el presidente Sánchez diga que es prioridad. Así lo indica al menos la dificultad que existe para pactar unos Presupuestos, que es condición necesaria para acceder al rescate europeo de 140.000 millones.

    Lo más peligroso es la actitud del Ejecutivo, que se pone de perfil ante la crisis sanitaria y ante la económica

    Por desgracia todo apunta a que, lejos de lo que vende el Gobierno, la crisis puede ir a peor en los próximos meses. Además, el hecho de que los analistas estimen que la recuperación en Europa no se producirá hasta la primavera, convierte también en duradera la recesión que España sufre por el covid.