Opinión
Unas alzas fiscales injustificables
elEconomista.es
Las mayores economías del euro, como Alemania e Italia, no dudan en combatir la ya desencadenada recesión con bajadas de los impuestos tanto directos como indirectos. No se trata de una iniciativas aislada de sus Gobiernos.
Muy al contrario, en el grupo de ministros de Finanzas de la Unión Monetaria (Eurogrupo) existe ya un sólido consenso mayoritario a favor de evitar, en este ejercicio y en el siguiente, toda medida fiscal que tenga "efectos restrictivos" sobre la actividad económica. En esa categoría de decisiones que deben obviarse entran con pleno derecho las alzas fiscales, por su influencia nociva en la capacidad de gasto e inversión de familias y empresas. El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, las critica todavía con más claridad cuando defiende que la recuperación económica debe, en el contexto actual, primarse sobre toda necesidad de elevar los ingresos tributarios. Por tanto, es urgente recalcar que, en el contexto europeo (e incluso en el propio de la OCDE), Moncloa constituye una insólita excepción por sus planes de incluir alzas de Sociedades y del IRPF, entre otros tributos, ya en su proyecto de Presupuestos para el año que viene. Sería ya una posición injustificable considerando que la recesión del PIB que espera a nuestro país este año será la segunda más honda de la Unión, con un retroceso del 10,9%. Aún más descrédito acumula considerando que el Banco de España y los principales analistas de nuestro país son unánimes cuando abogan por que toda alza fiscal se plantee a partir de 2022.
España no puede nadar a contrarriente del consenso europeo que aboga por evitar ahora toda alza tributaria
Pero lo que resulta insostenible es que España se oponga al consenso europeo en materia de política fiscal, máxime cuando aspira a liderar una de sus principales instituciones económicas, el Eurogrupo.