Opinión
Ayuda necesaria, pero insuficiente, para España
Miguel Ángel Bernal
Nadie en Europa esta vez podrá acusar a los países del sur de los problemas económicos ocasionados por la crisis del maldito virus. Recordemos que, en las anteriores turbulencias, los llamados países del norte hablaban mal y les echaban las culpas de sus problemas financieros, los de su sector bancario y público. A pesar de que el virus ha golpeado de forma tremenda a países como Francia, Reino Unido –en proceso de salida de la Unión Europea-, Bélgica y por supuesto a países del sur europeo, especialmente Italia y España; la cantinela de desprecio hacia los países del sur continúa.
Antes de analizar el alcance potencial de esos fondos de reconstrucción europea, impulsados por la dupla principal de los países integrantes de la UE (Alemania y Francia), no debe olvidarse que los denominados halcones (Holanda, Austria, Dinamarca y Suecia) continúan con su férreo discurso de dilapidación de recursos y mala administración atribuidas a los países del Sur. Frente a esos halcones deberíamos recordar, especialmente a Holanda que es precisamente uno de los agujeros del sistema fiscal de muchos países, incluidos el nuestro. Se fundamenta en su denominada "hamburguesa holandesa", un auténtico entramado tributario que convierte a Holanda en un país que en muchos aspectos lo equipara a un paraíso fiscal. Estos cuatro halcones deberían también preocuparse de otros países que pertenecen a la UE como por ejemplo Luxemburgo, o Irlanda y su famoso "doble irlandés" del cual se benefician las principales multinacionales tecnológicas. Insisto: sería muy bueno recordárselo a estos Estados, especialmente a los holandeses que en su propio territorio ayuda a una fuerte minoración de impuestos.
Aunque suene bien, siempre que se trata de Bruselas se debe tener en cuenta la letra pequeña
Alemania y Francia han entendido, cuando comenzamos a ver un posible final de la pandemia, la necesidad de llevar a cabo la dotación de un fondo de reconstrucción centrada en las áreas más castigadas y en aquellos sectores más golpeados; algunos son fuentes de crecimiento como es el turismo. Ambos países comenzaron a hablarnos de 500.000 millones de euros, recogiendo ya transferencias directas, no ligadas a préstamos, por tanto a fondo perdido. Rápidamente los halcones alzaron el vuelo y pusieron su grito en el cielo: tan solo querían préstamos dado que los manirrotos del sur Europeo lo único que hacen es gastar los recursos de su países.
Sin embargo esta vez parece que estos países igual no se salen con la suya. Para comenzar la sorpresa ha sido, para mí, mayúscula cuando he oído la cifra: 750.000 millones de euros, un 50% más de los inicialmente propuesto por las dos grandes economías. Una parte de esos fondos, dos tercios, se quiere que sean a fondo perdido, es decir transferencia directas y no préstamos; estos últimos serían un tercio. Una magnífica noticia para un país como España que sería el más beneficiado, aunque insuficiente dada nuestra situación.
España necesita reformas, disciplina fiscal y no políticas populistas que solo buscan comprar votos
Ahora bien esta es una propuesta, no está aprobada y las negociaciones se van a volver complicadas y mucho. Sin embargo otra sorpresa pues uno de los halcones, Austria, parece que comienza a ceder en su papel. Es un paso adelante, una sorpresa como decía, ya veremos en todo caso.
Mis reservas se plantean en este momento porque solo tenemos el anuncio del importe y la posibilidad de que una parte importante sea a fondo perdido. Sin embargo, y más con Bruselas, la lectura de la letra pequeña, de las condiciones y exigencias, sabemos que es fundamental. Habrá que ver si al final los halcones dan su brazo a torcer y en lugar de la concesión ligada a los famosos hombres de negro, lo que tengamos esté condicionado a reformas y disciplina fiscal de los países que lo reciben supervisadas desde Bruselas.
En mi opinión una gran noticia: los hombres de negro imponen y vienen con potentes tijeras de gasto y potentes palancas para subir impuestos. España necesita continuar las reformas que se iniciaron con la ayuda al sector bancario en la anterior crisis, dictada desde Bruselas. Sin duda ayudó mucho a salir de aquella situación. Inspiró la reforma laboral que ahora dicen unos ministros que se va a derogar totalmente y otros parcialmente (viva la unidad de este nefasto Gobierno), una norma que contribuyó a un fuerte espaldarazo en la creación de trabajo. Los Ertes, demonizados en su momento, ahora son objeto de orgullo de la ministra de Trabajo que tanto se opuso a ellos.
El papel del BCE para sujetar la prima riesgo será tan fundamental como en la época de Draghi
Este país necesita reformas, necesita disciplina fiscal, lo que no necesita son las políticas populistas, demagogas que tan solo quieren comprar votos. Es el caso de aquel desenfreno de gasto, denominado los viernes sociales, que no era más que la estrategia del pesebre.
La cantidad que llegase como préstamo se computará como deuda pública, además España tendrá que incrementar sus emisiones, aquí la figura del BCE es importantísima. El BCE y su programa de compras es quien puede frenar el repunte de la peligrosísima prima de riesgo. Ahora esa es la labor en manos de Lagarde, Esperemos que como Draghi ella tenga nuevamente éxito.
Por cierto, muy acertada la movilización de un billón adicional para impulsar la economía verde, donde además yo añadiría un fuerte empujón hacia la tecnología donde Europa va por detrás de EEUU y China. Europa debe escapar de la dependencia del petróleo y centrarse en las energías renovables, por otra parte es absolutamente indispensable que la UE tenga una presencia activa en el ámbito tecnológico, mucho más allá de la tradicional actividad industrial.