Opinión

Los sectores olvidados en la crisis

    El tráfico aéreo: uno de los más castigados por el Covid-19

    elEconomista.es

    El mayor margen que la inminente Fase I de la desescalada prevé para la actividad económica apenas supone alivio alguno para miles de empresas. Tras el gran retraso que acumula la reapertura, en muchos sectores se desatará una agresiva lucha por reducir las existencias acumuladas y captar los escasos compradores con poder adquisitivo.

    Algunas actividades, como el residencial de nueva construcción, muestran cierto músculo ante la caída de precios. No en vano la crisis de 2008 impuso el saneamiento del inmobiliario y la racionalización de stocks. Por el contrario, la resistencia del pequeño comercio y las aerolíneas es ínfima. Será casi imposible que las tiendas de menor tamaño compitan con descuentos de más del 30% de las grandes superficies. El problema no se resolverá prohibiendo esas rebajas, ya que no existirá demanda para unos precios más altos. Es más, en el caso de las aerolíneas, resulta absurdo subir las tarifas de unos servicios limitados por las restricciones de espacio en aviones y el cierre de fronteras. Lejos de intervenir mercados, lo que necesitan estos negocios, entre las que debe incluirse la hostelería, son ayudas reales. Frente a los apoyos que ya recibe el sector cultural (con créditos blandos por casi 800 millones), miles de empresas de otra índole afrontan las dificultades de unos Ertes de exigua duración, unas líneas de liquidez de escasa agilidad o meras moratorias en el pago de cuotas e impuestos. Es más, en España se preparan nuevas alzas fiscales, mientras Alemania y otros países rebajan tributos como el IVA. No serán las guerras de precios sino el olvido al que se somete a estas actividades claves para el PIB lo que hará imposible su supervivencia.