Opinión

Las recetas de Moncloa en la cocina de Tezanos

    Pedro Sánchez recurre a Tezanos y al CIS para mandar mensaje

    José María Triper

    Sorprendía el miércoles el cocinero Tezanos con una inusual e inesperada encuesta del CIS. Un plato más servido al gusto de su amo y siguiendo las recetas de Moncloa, que sorprendía en primer lugar por el momento: los resultados del CIS no se publican hasta la última semana de mes. Y sorprendía también por el contenido mismo de las cuestiones planteadas. Unas preguntas inducidas para conseguir las respuestas deseadas, más propias de un activista político -Tezanos llegó al CIS desde la Ejecutiva del PSOE- que de un servidor público que dirige una institución que se financia con el dinero de todos los españoles y que hasta su llegada gozaba de un prestigio ahora perdido.

    Analizados contenido y resultados del sondeo da la impresión de que Pedro Sánchez ha vuelto a utilizar a su amigo José Félix para lanzar dos mensajes tan claros como peligrosos con destino a los medios de comunicación, el uno, y al primer partido de la oposición, el otro.

    Sánchez sabe que sin pacto de reconstrucción está obligado a convocar elecciones

    Especial alarma produce el ramalazo autoritario que se desprende del recado que desde la encuesta se traslada a los medios de comunicación para que cesen en sus críticas al Gobierno, no vaya a ser que haciendo uso de los poderes que le confiere el Estado de Alarma limite o liquide la libertad de expresión al más puro estilo del franquismo. Y utilice para ello el recurso farisaico de la demanda de una ciudadanía confundida por una pregunta trampa sobre los bulos y el COVID-19.

    Trampa que se encuentra también en el aviso a Pablo Casado y al PP para que se sumen a ese pacto de reconstrucción, que según Tezanos piden casi 9 de cada 10 españoles, y que lo que busca en realidad es, repartir responsabilidades y permitir a Sánchez seguir en la Moncloa al menos un par de años más, para ponerse después la medalla de salida de las crisis sanitaria y económica.

    En Moncloa saben que si no hay pacto de reconstrucción el peligro está en que es muy difícil que haya Presupuestos – ERC ya se ha desmarcado y con el PNV lo tienen muy difícil- y si no hay Presupuestos para el próximo ejercicio el Gobierno estará obligado a convocar elecciones con urgencia.

    Si algo ha demostrado Sánchez, y con creces, a lo largo de su carrera política es que no es de fiar. Y si realmente quisiera ese gran acuerdo, él que tanto fía la solución sanitaria a los expertos, debería confiar también la reconstrucción de la economía a quienes saben y, siguiendo el ejemplo italiano, nombrar y un grupo de especialistas o expolíticos de reconocido prestigio con el encargo de redactar un anteproyecto de reconstrucción que sería posteriormente negociado en una mesa política con representación ponderada y a la que se incorporarían las patronales CEOE, Cepyme y los sindicatos.

    Y eso es lo que, con buen juicio, ha hecho el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, quien ha decidido crear un comité de 19 expertos que asesore al Gobierno en la fase de reconstrucción tras la pandemia, y que estará liderado por un veterano ejecutivo, Vittorio Colao, ex CEO mundial de Vodafone. Fórmula ésta a la que recurre también el Fondo Monetaria Internacional designando a 12 expertos, entre ellos la española Ana Botín, para enfocar la postpandemia.

    Esta alternativa sí daría credibilidad al Presidente y no pretender afrontar la restauración económica y social adulterando encuestas del CIS que, en el colmo de la desfachatez, nos cuentan que el 52,8 por ciento de los españoles consideran "buena" la situación económica, con una perspectiva de caída del PIB del 8 por ciento, en la estimación del FMI, y de más de cinco millones de parados. Con esto y con un Gobierno cuyos socios desprecian y demonizan a la empresa sin entender que sin empresas no hay trabajo sino servidumbre, y sin empresarios no hay trabajadores sino siervos, al más puro estilo del chavismo bananero.