Opinión
Un plan positivo para las empresas
elEconomista.es
El Gobierno da por fin la respuesta necesaria al grave daño económico que la crisis del coronavirus produce. El Consejo de Ministros, y la comparecencia del presidente Sánchez, no se limitaron a cubrir las previsiones descontadas desde el fin de semana.
Incluso en capítulos casi anticipados en su totalidad, como la simplificación de los Ertes, el Ejecutivo hizo añadidos valiosos, en especial la exención del pago de las cuotas a la Seguridad Social de las empresas que los lleven a cabo. No obstante, Moncloa habría vuelto a decepcionar si sus propuestas se limitaran al proceso de ajustes de plantilla o a la moratoria hipotecaria para los afectados por esa situación. Más valioso resulta que, de los 117.000 millones de recursos públicos que el Gobierno movilizará, la gran mayoría se destinarán a una línea de avales públicos articulada por el ICO. Éste es el tipo de impulso que requiere una crisis como la actual, que ha paralizado a miles de pymes y de autónomos y que amenaza con romper la circulación de liquidez que permite a la economía funcionar. Debe celebrarse que Sánchez se haya plegado a escuchar la gran reivindicación de las patronales.
La hoja de ruta del Gobierno da la necesaria prioridad al recurso primordial para evitar quiebras masivas: la liquidez
Es igualmente positivo que Sánchez afianzara su tono conciliador con el mundo empresarial evitando hablar de toda medida extremista, en especial las nacionalizaciones, y tendiendo la mano a la colaboración con el sector privado, cuyo compromiso añadirá otros 80.000 millones adicionales al plan de choque de Moncloa. A todo ello se suma la actitud de rehacer el proyecto de Presupuestos, llamando a la oposición a tener voz en esa iniciativa.Por tanto, puede hablarse de un plan positivo para combatir el coronavirus a la espera, eso sí, de conocer la letra pequeña de las medidas.