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La "brutal" venta de divisas deja a los emergentes en mínimos históricos
- ¿Su fuerte devaluación bastará para aumentar la competitividad?
- Preocupa la venta masiva de divisas de países dependientes del petróleo
- El escenario económico mundial es más negativo de lo que imaginamos
Carlos Serrano Ortega
La venta "brutal" de divisas de los mercados emergentes ha sido una reacción desmedida. Esa esa la conclusión a la que Ebury, firma de servicios financieros especializada en el intercambio de divisas, ha llegado en su informe especial sobre monedas de Mercados Emergentes correspondiente al primer trimestre de 2016.
Ebury, además, resta importancia al efecto que la retirada de liquidez de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) pueda tener en la cotización futura de las monedas de los emergentes, dado que la subida de tipos en EEUU se realizará a un ritmo muy lento y habrá de tenerse en cuenta el impacto compensatorio de la más que previsible flexibilización monetaria del Banco Central Europeo (BCE). Así, sea cual sea la liquidez retirada por la Reserva Federal, será más que compensada por el BCE.
A juicio de la institución, "la mayor parte de las monedas de los países emergentes están cotizando a precios muy bajos", y cabría preguntarse si su fuerte devaluación bastará para aumentar la competitividad y compensar posibles deterioros en términos comerciales de cada país. Considera que muchas divisas, como el real brasileño y el rand sudafricano, "parecen haber tocado fondo", y que 2016 "puede apuntar hacia una tímida recuperación".
Fuerte depreciación
La fuerte depreciación de las divisas de los mercados emergentes ha continuado con el nuevo año a causa de una culminación de distintos factores:
En primer lugar, la decisión de la Fed de empezar definitivamente su ciclo de ajuste monetario subiendo su tipo de interés de referencia por primera vez en más de nueve años en el mes de diciembre. El tipo de interés de referencia se incrementó en 25 puntos básicos hasta el 0,50% tras meses de especulación y anticipación en los que se había visto al dólar estadounidense alcanzar máximos de 13 años atrás.
Por si esto fuera poco para las divisas de los mercados emergentes, los precios de los productos básicos han seguido cayendo. Los precios mundiales del petróleo cayeron a su nivel mínimo en doce años, con un precio inferior a 30 dólares el barril en enero, un increíble descenso del 70% en los últimos dieciocho meses.
Eso ha provocado una drástica venta masiva de divisas de países dependientes del petróleo, al tiempo que también ha impedido cualquier repunte significativo de la inflación general a escala global.
Por otra parte, las preocupaciones en torno a una desaceleración económica en China han aumentado después de que el crecimiento en la segunda economía más grande del mundo alcanzara el valor más bajo desde hace veinticinco años en 2015. Esto provocó una fuerte devaluación del yuan chino en enero y también hizo que cayeran muchas divisas de mercados emergentes, especialmente las que dependen de los flujos comerciales con China.
En el entorno actual, la evolución de las divisas de los mercados emergentes continuará dependiendo de:
.- Su vulnerabilidad macroeconómica al incremento gradual de los tipos de interés en EEUU.
.- El alcance de la devaluación de la moneda, provocada por la reciente venta masiva, y si dicha devaluación basta para aumentar la competitividad y compensar posibles deterioros en términos comerciales de cada país.
Por tanto, muchas monedas de mercados emergentes se están negociando en valores muy bajos y atractivos, que reflejan un escenario económico mundial más negativo de lo que imaginamos.
Yuan
En su informe especial sobre las monedas de los mercados emergentes, Ebury prevé que el Gobierno chino persistirá en preservar la estabilidad del yuan frente a la cesta de divisas principales en términos ponderados de comercio.
Asimismo, el importante superávit en la cuenta corriente del gigante asiático y sus elevadas reservas de divisas, con un valor equivalente superior a 26 meses de importaciones, deberían asegurar que las pérdidas del yuan chino con respecto al dólar estadounidense fueran únicamente graduales. En consecuencia, Ebury prevé la estabilidad del yuan con respecto al dólar en torno al nivel de 6,70 USD/CNY.
Rand sudafricano
El rand sudafricano ha experimentado una fuerte depreciación en los últimos tiempos, hasta caer a un nuevo mínimo histórico a principios de enero, y ello ha incrementado la competitividad de la economía, que ha potenciado las exportaciones. Este factor, unido al aumento de las reservas de divisas, hace que Ebury adopte una postura optimista con respecto a su cotización futura.
En concreto, Ebury prevé que el rand sudafricano consiga revocar algunas de sus últimas pérdidas a corto plazo, antes de estabilizarse con respecto al dólar estadounidense durante 2016. Su previsión evoluciona desde el nivel de 16 rand por dólar en el primer trimestre hasta los 14,25 en el cuarto de 2016.
Real Brasileño
El real brasileño tuvo un 2015 muy difícil, ya que sufrió una de las depreciaciones más fuertes de divisas de los mercados emergentes en medio de un rendimiento económico débil. Sin embargo, Ebury cree que en 2016 contará con el respaldo de una serie de factores positivos.
Los tipos de interés reales son sólidamente positivos, mientras que el diferencial de los tipos de interés con Estados Unidos es enorme (14,25% frente a 0,50%). Asimismo, Brasil acumuló grandes reservas de divisas durante los años de solidez del real que suman casi un equivalente a 20 meses de importaciones. A juicio de Ebury, estas arcas dejan un margen considerable a las autoridades brasileñas para intervenir en los mercados de divisas y estabilizar el real, si fuese necesario.
Por tanto, teniendo en cuenta estos factores, Ebury cree que la reciente venta masiva de la divisa ha sido suficiente y espera una recuperación gradual del real con respecto al dólar estadounidense, desde los 3,75 en el primer trimestre de 2016 hasta los 3,30 de finales de año, lo que lleva a una continua apreciación del real brasileño frente al euro.