La DGT quiere incentivar cursos de reciclaje a los 'moteros' con más de diez años de carné
- Tráfico quiere crear un certificado de calidad para la formación de reciclaje
- Las nuevas medidas quedarán pendientes hasta que se forme el nuevo Gobierno
- El 10% de las muertes en una moto no tenían casco durante el impacto
Juan Ferrari
Hace unos días, se conocía que la DGT tiene preparado un plan con 17 medidas cuyo objetivo es reducir la siniestralidad de los usuarios de las motocicletas. Sin embargo, fuentes del sector de las dos ruedas confirman a Ecomotor que el plan es un esbozo que todavía no se ha plasmado en un papel. O, por lo menos, no se lo han presentado al sector, aunque sí a un grupo de periodistas. |Consejos para no pasar calor en la moto sin renunciar a la seguridad.
Lo que sí se sabe es que las 17 medidas previstas por la DGT se agrupan en seis grandes bloques relacionados con la moto: Educación y formación de los motoristas; comunicación; cambios en la normativa; medidas que afectan al vehículo; infraestructura y conocimiento.
De momento, la medida más llamativa que ha trascendido es el deseo de Tráfico de hacer obligatorio el uso de guantes pero, desde Anesdor, la patronal de las dos ruedas, se considera mucho más novedoso un plan de formación para el reciclaje voluntario de los usuarios de las motos.
La medida parte de que la mayoría de los fallecidos sobre las dos ruedas son conductores que tienen más de diez años de carné
La medida parte de que la mayoría de los fallecidos sobre las dos ruedas son conductores que tienen más de diez años de carné; es decir, conductores experimentados. Por este motivo, Pere Navarro quiere incidir sobre este colectivo fomentando la generación de cursos "postcarne" con un contenido teórico; pero especialmente práctico: trazado correcto de las curvas o técnicas de frenado, por ejemplo. No se trata, pues, de cursos de concienciación y seguridad, uno de los empeños del director general para el conjunto de conductores, sino pulir vicios que puedan haber adquirido los motoristas a lo largo de su dilatada experiencia.
De hecho, según explicó Navarro, los aspirantes a obtener el carné de moto tendrán que asumir, como los pretendientes al carné de coche, asistir a un número de horas presenciales (8 es la idea de la DGT), que en su mayoría se centrarán en concienciación y medidas de seguridad. No obstante, para el caso de los motoristas se añadirían otras seis horas de contenidos teóricos sobre indumentaría, uso de la moto, etc. Los cursos de "postcarné" son, pues, otra historia.
Consciente de que no se puede obligar a aquellas personas en posesión de un carné a tener que reciclarse, la medida ha de tener un carácter voluntario, para lo cual incentivará la asistencia de los motoristas a estos cursos de "reciclaje" aumentando 2 puntos al carne. Será otra forma de recuperar puntos. Pero el primer paso es asegurar que el contenido de esta formación es de calidad.
Así pues, lo que la DGT planea es crear un certificado, que será homologado por algún organismo certificador tipo AENOR, que garantice la calidad de dichos cursos. De hecho, en la actualidad ya se están impartiendo este tipo de cursos de mejora de la conducción. Los fabricantes Honda o BME o el Race son algunos que están en el mercado.
Pero Tráfico quiere que actuales, y los futuros que se puedan crear al calor de esta medida, cumplan unos requisitos mínimos, tanto por el contenido, el tipo de prácticas, pero también por las personas que los impartan o las instalaciones donde se lleven a cabo la formación.
Guantes y casco
En el apartado de cambios normativos, se incluye la obligatoriedad de que los motoristas tengan que llevar siempre guantes, una medida que ya ha adoptado Francia. Según señalan desde Anesdor, no se incluiría en el apartado de indumentaria la obligación de llevar un calzado adecuado, cerrado han establecido en Bélgica.
Pero quizá lo más destaco es la intención de endurecer las sanciones por no llevar casco o, incluso, llevarlo incorrectamente castigando con 4 puntos en vez de 3 como en la actualidad. Chema Riaño, director general de Anesdor, comenta que desde la DGT reconocen que son pocos los motoristas que circulan sin cascos; sin embargo, el problema es que no todos lo llevan correctamente. Lo más frecuente es llevarlo desabrochado lo que supone que en caso de accidente el caso salga "ejectado" con lo que cual es como si no se llevase el casco. Otro problema es el uso de cascos de tallas mayores a lo que precisa el conductor, por lo que el casco baila en la cabeza.
En el apartado de comunicación, la DGT quiere hacer más compaña entre los motoristas, por ejemplo, por el uso de una indumentaria correcta, incluido el casco. En el apartado de infraestructura, Navarro pretende "pacificar" las carreteras y calles, para proteger a los usuarios más vulnerables –peatones, ciclistas, pero también motoristas-. Entre las medidas que contempla se incluye la de reducir a 30 km/h la velocidad en entornos urbanos.
Respecto al vehículos, DGT quiere promocionar los sistemas de seguridad y asistencia a la conducción. Algo que se escapa a los motoristas, pues los modelos más modernos son los que tienen este tipo de equipamientos y eso exige cambiar de moto. Pero Tráfico no tiene potestad para generar planes de achatarramiento, algo que depende de Hacienda e Industria.
Anesdor es partidario de promover también el airbag, un elemento disponible en el mercado por un precio de 300 euros, todavía necesita un "empujón" para que los usuarios de moto lo conozcan y apuesten por tener uno.
Nuevo Gobierno
En cualquier caso, el plan de Pere Navarro no verá la luz hasta que haya nuevo Gobierno. Primero tiene que pasar por el Consejo Superior de Tráfico y Seguridad Vial donde están representados la mayoría de las asociaciones relacionadas con el mundo de la automoción. Pero no se convocará hasta que no se haya formado el nuevo Ejecutivo.
No obstante, Riaño considera que si bien es cierto que algunas medidas precisan cambios legislativos y, por tanto, una estabilidad parlamentaria, hay otras que puede desarrollar la DGT directamente, como ir avanzando en la homologación de los curos de "reciclaje", para que una vez se haya aprobado el "premio de puntos para los que asistan", se podrían poner rápidamente en marcha.
promover el airbag. A pesar de que este elemento está disponible en el mercado por un precio más asequible de cuando se lanzó (antes rondaba los 1.000 euros y ahora se poder comprar a partir de 300), todavía necesita un "empujón" para que los usuarios de moto lo conozcan y apuesten por tener uno.