Motor
China prueba los sistemas de seguridad ADAS de 36 coches: Tesla sorprende
Miguel García
Sorpresa en China. El medio Dongchedi.com ("Entendiendo el automóvil" en traducción libre) ha puesto a prueba los sistemas ADAS, las ayudas a la conducción, de 36 coches, incluyendo algunos europeos, coches chinos y americanos de Tesla. ¿Y si fuera Elon Musk quien estuviera realmente muy adelantado con su robotaxi?
En un ensayo propio de los legisladores y lejos del alcance de los medios de comunicación del automóvil europeos o americanos, un medio chino ha cerrado una autopista y registrado en video cómo 36 coches se enfrentaban a 15 escenarios de conducción difíciles de resolver incluso para los humanos.
Estaban probando los ADAS, los sistemas de ayuda a la conducción, no la conducción autónoma, en 15 situaciones. Eran simulacros de la realidad, pero tan realistas como que el coche ensayado circulaba rodeado por otros coches mientras se encuentra con "el susto", el coche a evitar, la obra que corta su carril o un jabalí atravesando la autovía.
Para sorpresa de los organizadores -y, puede que de muchos profesionales- muchísimos coches fracasaron estrepitosamente (contabilizaron 216 colisiones). Hubo muchos que fueron incapaces de resolver ninguna situación a velocidades de autopista.
Prácticamente la mitad "suspendieron" en situaciones de conducción urbana, a velocidades más bajas y menos peligrosas, fallando en más de la mitad de los casos que se les plantearon. Lo grave de un fallo del ADAS, que debe intervenir cuando el conductor parece estar desbordado por la situación, es que conduce probablemente al accidente. Y mientras haya fallos, ni pensar en hablar de conducción autónoma.
No se asustan, pero muchos coches aún saben hacer poco
El aforismo decía que "aprender a andar antes que a correr". Se podría trasladar a un "conducirse con seguridad, antes que dejar al coche que se conduzca solo". Toyota ya echó un jarro de agua fría en la conducción autónoma cuando contrató en 2015 a un americano que se había encargado, desde el departamento de Defensa de EE.UU., a través de Darpa, de demostrar que el vehículo autónomo terrestre era factible. Apenas llegó, Gill Pratt, hoy científico-jefe en Toyota, ya dijo que había que enseñar al coche a evitar accidentes y que la verdadera conducción autónoma quedaba muy lejos. Igual lo han entendido los legisladores europeos, que solo recientemente han autorizado un nivel 3 de conducción automatizada, concretamente durante un atasco en autopista, además del aparcamiento automático. En China se ha cubierto las espaldas este año prohibiendo que se anuncien capacidades de conducción autónoma en los coches, tras un luctuoso accidente y mediático accidente.
La sorpresa la ha puesto Tesla. No solo porque sigue adelante con su robotaxi. Es que lo hace prescindiendo del Lidar, una iluminación láser con la que reconocer el entorno y que el resto de fabricantes consideran imprescindible. Tesla dice bastarse con radares y video para que el coche entienda la situación, tome una decisión y la ejecute. Aunque un Tesla 3 falló en algunas pruebas, el Model X solo falló en 2 de 15 (y en una ellas, curiosamente, el "barato" Model 3 había resuelto bien).
Gran número de coches chinos muy populares, que incluso se comercializan en Europa y España, se contentan con el aprobado (un decir, porque se accidentan en la mitad de los problemas que se plantean). Otra desilusión la pone el coche con más "hype", el Xiaomi, falla estrepitosamente, como varios modelos de BYD y el Mercedes Clase C.
El mega-ensayo, aunque de dimensión y complejidad enormes, no ha podido realizarse en condiciones de lluvia o niebla (imposibles de reproducir de forma idéntica), lo que plantearía un número de errores aún más elevado.
Incorporación abrupta y un segundo coche que lo hace aún más brusco, adelantando al primero y "tapando" ambos carriles: solo cuatro coches evitan el accidente
Por el momento, cabe sospechar que el análisis de miles de "momentos delicados" experimentados por los millones de conductores de Tesla actuando como beta-testers de Tesla se ha llevado a cabo como se decía y el resultado ha sido eficaz. La conducción totalmente autónoma está lejos, pero quizá más cerca para Tesla. Y si quizá si incorporasen en Lidar, a pesar de que multiplicaría la gigantesca potencia de cálculo que ya necesita el procesado del video, quizá les permitiría no fallar si se repiten más adelante estas pruebas.